La nostalgia pepera por Aznar preocupa a Rajoy 

¿Y si alguien solicitara primarias en el PP? Por su parte, en el PSOE crece el número de quienes quiere cambiar al desastre ZP sin perder las elecciones.  
Pedro Arriola, principal asesor electoral de Mariano Rajoy, aconseja al líder de la derecha que, para llegar al poder, lo que tiene que hacer es no hacer nada. El desastre Zapatero le dará la victoria sin moverse. Las peores encuestas ya otorgan 8 puntos de ventaja al PP sin que Rajoy apruebe en popularidad y manteniéndose por detrás del líder socialista. El problema es que, como alguien dijo, lo único que tiene que hacer el PP para ganar las elecciones es apostar por la postura contraria a la que proponga Arriola.

En el entretanto, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón anima a Aznar para que desbanque a Mariano Rajoy. El alcalde es un fino olfateador, y sabe que el cuerpo social pepero añora cada vez más a José María Aznar e incluso a Rodrigo Rato, hoy al frente de Cajamadrid. Te necesitamos José María, clama el alcalde vía su concejala, Ana Botella, mientras ministros caídos en desgracias Eduardo Zaplana, Francisco Álvarez Cascos-, el Clan de Becerril, ahora desperdigado suspiran por el regreso del héroe de Melilla.

En concreto la cobardía de ZP para hacer frente a un Islam agresivo, sea en Malí, Marruecos o Afganistán, ha relanzado la figura del señor de Perejil. 

De todas formas, Gallardón buen jugador de mus, se reserva una baza: si no consigue que Aznar salte al ruedo, optará por la segunda vía: jurar por enésima vez su sincera fidelidad a Rajoy y colarse en las listas electorales de 2012, en la esperanza de que controlar el Gobierno aunque sea en calidad de ministro y aprovecharse de que Rajoy es, por decirlo, suavemente, un tipo blandito. Como le dijo un viejo conocido al líder del PP: Oye Mariano y cuando tú seas presidente del Gobierno, ¿quién mandará en España?.

Gallardón es muy consciente de que en el PP todos desconfían de Rajoy. Un señor que, con la que está cayendo, con el Gobierno contra las cuerdas, con los votantes de ZP pensando en la abstención o en el recambio, no utiliza su comienzo de curso en Toledo para hablar sobre Francisco Camps, sin aclarar su apoyo o desdén,  y para asegurar que hay que privatizar las televisiones autonómicas, no da para mucho más.

En la casa de enfrente, en el PSOE, el asunto es más grave, sencillamente porque es el partido que gobierna. El Zapaterismo llegó dispuesto a descristianizar España y se convirtió en el laboratorio de pruebas del NOM (Nuevo Orden Mundial) y su programa anticristiano: con el divorcio express probablemente la media más grave y menos llamativa que haya tomado ZP-, el tráfico de embriones humanos y su uso como cobayas de laboratorio aunque fue el PP quien empezó-, la conversión del aborto en derecho o la asfixia económica de la enseñanza católica. Pero en la segunda legislatura, el Zapaterismo ha demostrado que, simplemente, no puede con la crisis económica y ha convertido a España en el país con más paro de los 27 que componen la Unión Europea, así como en un páramo industrial- Por otra parte, Zapatero ha convertido al país en el hazmerreír internacional y en rehén del islamismo internacional. De propina ZP ha resucitado la guerra civil, olvidada, no ya con Aznar, sino con Felipe González.

Todo ello forja un panorama tan sombrío que los socialistas sensatos siguen siendo socialistas pero han dejado de ser zapateristas.

Tal y como adelantó Hispanidad, la última conjura anti-ZP, un personaje tan apegado al poder que no atiende a razones, consiste en provocar unas primarias en las que Javier Solana, se enfrente a Zapatero y se convierta en el candidato socialista a La Moncloa en 2012.  

Al final, ya es algo más que una hipótesis que el enfrentamiento entre el ex secretario general de la OTAN y el ex presidente del Gobierno. Ninguno de los dos son santos de mi devoción pero, al menos, de este modo, si no se recupera España se recuperará la sensatez y se acabe con un era controlada por un insensato resentido en el Gobierno y por un frívolo acomodaticio en la oposición. A partir de ahí, podría empezar a reconstruirse una opción política, la tercera en discordia, que defiende los valores no negociables vida, familia, libertad de enseñanza y bien común- que constituyen la esencia de España antes de que dicha esencia se volatilice. Antes, también, de que el cambio creo que previsible en el tiempo- en la Jefatura del Estado convierta a un personaje tan ambicioso y superficial como SAR doña Leticia Ortíz, en Reina de España y con mando en plaza.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com