En estos momentos he terminado de ver el programa "Andaluces por el mundo", hoy dedicado a Cuba. Sinceramente el programa me gusta mucho y no me pierdo ninguno. El de hoy será el último que vea.
He sentido vergüenza ajena ante una manifestación de apoyo incondicional a la dictadura cubana tan sumamente sectario y lamentable.
El comunismo degradó al ser humano a la mínima expresión en la URSS y sus países satélites. Para desgracia de los cubanos sólo sobrevivió en Cuba. El único consuelo es pensar que al tirano le queda poco tiempo y por consiguiente el régimen tiene los días contados.
Los europeos que trabajan en Cuba cobran buenos sueldos, en euros, que les permite vivir como corregidores; en contraste con el paupérrimo nivel de vida de los cubanos.
Los entrevistados en el documental, todos funcionarios españoles (a excepción de un hotelero), destacaban por la connivencia con el régimen; la entrevistadora por la demagogia y la cobardía más descarada. Los considero a todos ellos auténticos mercenarios disfrazados de defensores de la paz, a costa naturalmente de la libertad del pueblo cubano. Alguno se permitió el lujo de decir que a los cubanos les gusta hacer cola para poder platicar entre ellos. ¡Cuanta vileza! Resultaría cómico si las circunstancias no fueran tan trágicas.
Reciba un saludo muy cordial.
Winston Churchill sintetizó en una frase demoledora toda la injusticia que emana del socialismo que se practica hoy en Cuba, Bolivia y Venezuela, entre otros:
"El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia, y la prédica de la envidia. Su defecto inherente es la distribución igualitaria de la miseria".
Álvaro García-Mauriño Mundi
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