Luis del Rivero, presidente de Sacyr y primer accionista de la constructora Sacyr se ha convertido en el personaje de la semana. Todo gracias a una intervención en el cursillo de la APIE que se celebra en Santander, en la Universidad Menéndez Pelayo. En mi opinión, la intervención más brillante de todo el curso, con un guión y sin power point. A pelo, oiga.

Escándalos provocados por Don Luis del Rivero en el incomparable marco de la Magdalena.

1. El PER fomenta la vagancia. Es lo que piensan todos los españoles, sólo que únicamente lo ha dicho Del Rivero. De inmediato, el presidente andaluz, el socialista José Antonio Griñán ha ordenado revisar todos los contratos de Sacyr en la comunidad autónoma. ¿Lo cogen? Venganza, disfrazada de justicia. Además, los contratos y contratas de la Junta de Andalucía no los paga Griñán sino todos los andaluces.

2. Merkel había asegurado horas antes que España podía acudir al macrofondo de solidaridad (je, je) si lo deseaba, una bofetada a España, que daba pábulo a toso los embustes de la prensa anglosajona.

A esto, Del Rivero contestó con una imagen genial: Eso es como decir que el obispo de Nueva York no se ha ido de putas esta noche. Y en efecto, igualito.

3. Habló de los judíos, pero no para nada malo, sino todo lo contrario: aseguró que en Gaza no recibían bien a los turistas y aseveró que construir una desaladora en Israel era un gran logro, porque los hebreos son especialistas en desalación y riegos. Un halago, pero cuando la gente quiere destruir a alguien, hasta los halagos a los judíos pueden entenderse como racismo.

4. Se le acusa de denunciar conspiraciones contra España. No dijo eso: dijo que los tres medios económicos globales: Wall Street Journal, Financial Times y The Economist dicen siempre lo mismo y en la misma dirección, generalmente anti-españolas. Pero hombre si eso ya no lo niega nadie. Y lo malo, esto es mío, no de Luis del Rivero, es que hoy en día el mundo ya no se mueve por conspiraciones, se mueve por algo mucho peor: se mueve por consensos.

En definitiva, Del Rivero es un personaje vehemente, pero su intervención en el Seminario APIE fue brillante, sólo que políticamente incorrecto: por eso le brean, por eso hay que escucharle.

Eulogio López

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