• El Gobierno galo cuenta ya con 2.700 millones en efectivo, cuando sólo necesita 1.700 millones para adquirir el 20% a Bouygues y convertirse en el mayor accionista.
  • La difícil opción de rebajar la presencia en Airbus -consorcio en el que Francia y Alemania juegan a la par- fue una especulación más de los mercados para 'rebajar' las acciones.
  • Y Airbus intenta, mientras tanto, remontar: ahora negocia con Emirates para que retome el pedido de 70 aviones A350, que canceló hace dos semanas.

    A los especuladores les gusta divagar con posibles movimientos y, en ocasiones, la prensa contribuye, pues ve noticia donde no la hay, como sucedió el pasado lunes, cuando plantearon la posibilidad de que el Gobierno francés podría vender algunas de sus participaciones industriales en compañías para hacerse con el 20% de Alstom. Entre las cuales, Financial Times destacó EDF, Safran, Orange, Airbus y Thales. Pero las consecuencias de esta 'simple e inocente' hipótesis fueron desastrosas para Airbus, que tuvo un 'batacazo' bursátil, pues cayó un 2,29%.

    Sin embargo, los analistas no ven probable la desinversión del Ejecutivo francés en Airbus, aunque el riesgo siempre está ahí por ser un participación poco elevada (11%), pues lo consideran un sector muy estratégico.

    A todo esto se une el hecho de que Emirates podría retomar el pedido de 70 aviones A350, que canceló el pasado 11 de junio, aunque sólo supone un 1,7% del valor de la cartera de Airbus. Pero es una buena noticia que se suma, a las buenas perspectivas de demanda del A350, cuyas primeras entregas se efectuarán en el cuarto trimestre del año.

    También recurrimos a la prensa, pero en este caso a la del país galo, donde parece que no hay dudas, pues no ven a Airbus como el canje para comprar el 20% de Alstom. El ministro de Economía francés, Arnaud Montebourg, señaló, en una entrevista en Le Parisien el pasado sábado, que contaban con 2.700 millones de euros en efectivo -por las ventas de parte de sus participaciones en Safran, Airbus (sólo vendieron un 1% de la compañía aerospacial) y Aeropuertos de Paris (ADP)-. Así que tienen dinero para comprar.

    El ministro también apuntó que la entrada del Estado francés en el capital de Alstom iba a costar cero euros a los contribuyentes, se trataba de una buena inversión y era "una condición sine qua non para el éxito de la alianza" entre General Electric (GE) y la empresa francesa. Como la norteamericana ha aceptado las condiciones draconianas, el Gobierno galo finalmente ha otorgado Alstom a GE, en vez de a la alemana Siemens o a la japonesa Mitsubishi, que también habían presentado una oferta. Además, el Ejecutivo no quería perderla, pues es de vital importancia en los intereses estratégicos de Francia.

    François Hollande va a comprar este 20% al gigante constructor Bouygues, de manera que se convertirá en el máximo accionista de Alstom. Así se despeja la incógnita, que han aprovechado los especuladores para poner en el punto de mira a Airbus. Adquirir ese 20% sólo le costará al Ejecutivo francés 1.700 millones y como Montebourg presumió de que contaban con 2.700 millones en efectivo, también podrán reinvertir hasta 800 millones en la automovilística PSA (Peugeot). Y por si aún hay alguna duda, el ministro de Economía galo refirió que "el Estado cuenta con una cartera de 110.000 millones de euros en 71 grandes corporaciones".

    Le Monde refirió la compra el pasado lunes con el titular "2.000 millones para un símbolo" y como la norteamericana GE se había erigido "en un mejor socio que la alemana Siemens". También apuntó que la nacionalización parcial de Alstom no aporta nada, sino que "es puramente política" y una victoria "personal" para Montebourg, que quizá pueda enfriar un poco más a los inversores extranjeros, que prefieren evitar Francia y Estado intervencionista. Y es que Francia, al contrario que España, con Deoleo por ejemplo, sí protege lo suyo.

    Por su parte, Le Parisien recogió este martes que el presidente ejecutivo de Alstom, Patrick Kron, no estaba pidiendo una entrada en el capital del Estado, pero que lo consideraba una decisión "inteligente" por el potencial de crecimiento de esta industria francesa. Libération señaló en su portada un "cambio de método" en el caso de Alstom y del conflicto del ferrocarril, los temas más candentes del Elíseo y Matignon, cuya gestión ha provocado el fortalecimiento de la nueva pareja gubernamental francesa -Hollande y Manuel Valls, presidente y primer ministro, respectivamente-.

    La prensa española también se ha hecho eco de la noticia y, por ejemplo, La Vanguardia apuntó que la entrada del Estado galo en el capital de Alstom no se hará de forma inmediata, sino que durará 20 meses y el precio podría variar, pero mientras Bouygues favorecerá el nombramiento de dos representantes en el Consejo de Administración de Alstom para pilotar su fusión con GE.

    Cristina Martín

    cristina@hispanidad.com