Entre sus cometidos, estudiar una fusión con el SCH de Emilio Botín

 

Según algunas fuentes, el contrato ya está firmado. Según otras, aún hay que esperar los últimos flecos. El caso es que Fernando Abril-Martorell, ex consejero delegado de grupo Telefónica, está a punto de estrenarse como CEO, más bien consejero delegado, que no es exactamente lo mismo, de Deutsche Bank España, ahora que Juan Carlos Garay se mantiene en la Presidencia pero cada vez más alejado del día a día. Ha sido un proceso de selección de varios meses, pues no hay que olvidar que el primer banco alemán tiene una fuerte presencia en España. De esta forma, Abril-Martorell vuelve al lugar de donde salió: la banca.

 

Pero hay más. Abril-Martorell se incorpora a Deutsche con un mandato: Deberá tender puentes para comprobar si es factible uno de los "cuatro o cinco proyectos de fusión" que Deutsche tiene abiertos, el de Santander Central Hispano (SCH). La verdad es que Josef Ackerman, presidente del Deutsche, siente en la nuca el aliento norteamericano, en especial del Citigroup, empeñado en hacerse con Deutsche y crear el primer banco del mundo (que ya lo es, pero en fin). El Gobierno Schröder se niega, porque el Deutsche representa el orgullo financiero alemán, y porque lo que desea el canciller es que capitanee alguno de los proyectos de fusión bancarios paneuropeos.

 

Por otra parte, SCH supondría una combinación perfecta. Si en algo anda flojo el Deutsche es en banca privada y en Iberoamérica, que es lo que puede darle la entidad de Emilio Botín. Además, si Botín tiene problemas judiciales, Ackermann también: el caso Mannesmann aún colea.

 

Es cierto que Abril-Martorell procede de la banca de inversión y que siempre ha tenido buena interlocución con los hombres del Santander Central Hispano. Además, el cruce accionarial de Santander con Royal Bank también le hace especialmente atractivo. Ahora bien, Deutsche tiene ahora menos capitalización que Royal y menos, desde luego, que la suma de Royal y SCH.