Lydia Tár es una inteligentísima directora de orquesta que se encuentra en la cumbre de su carrera. Dedicada al arte con mayúsculas, está a la cabeza de una institución donde impone sus reglas, pero ella misma las infringe.

Realizada a la medida de la actriz Cate Blanchet, el propio director Todd Field ha confesado que no hubiera hecho la película si ella no hubiera aceptado, Tár es un estudio en profundidad sobre las consecuencias de creerse divo, de pensar que se está por encima del bien o del mal.

El cineasta Todd Field ha declarado que hacía mucho tiempo que pensaba en un personaje que decidió siendo muy joven cumplir un sueño a través de sus estudios, y una vez conseguido, este sueño se convierte en pesadilla. Y aunque esa premisa es apasionante el desarrollo de la misma en imágenes no lo es. Así, el arranque de la película, donde se supone que quiere presentar al personaje a través de una entrevista, resulta larga, tediosa e innecesaria por la pedantería que desprende. Más aún si tenemos en cuenta que la película tiene un metraje de 160 minutos, y realmente empieza a tener verdadero interés en la última hora de proyección o, si lo prefieren, cuando la vida ordenada y medida, pero falsa, que se ha montado la protagonista, estalla por los aires.  

En la habitación (2001) un drama familiar que consiguió cinco nominaciones a los óscar fue el magnífico debut del cineasta Field que en dos décadas se ha prodigado poco en el séptimo arte. Como en aquella, en Tár incide en las relaciones humanas, e indaga en la descripción de la personalidad de sus personajes. Pero si en aquella los tiempos estaban medidos en esta ocasión en Tár, fracasa ostensiblemente.

Tanto es así que lo mejor es lo que se presupone, la interpretación de la australiana Cate Blanchett, que está colosal, porque logra una actuación corporal, y se mete totalmente en la piel de esa directora de orquesta hasta unos límites insospechados. No en vano, ha logrado su nominación a los Oscar por este trabajo y será ya su sexta nominación.

El argumento de la película, a pesar de desarrollarse en el mundo de la música, es extrapolable a cualquier otro ámbito laboral donde la ambición, la traición y las rencillas personales son moneda de cambio. Resulta toda una sorpresa que Field se haya atrevido a situar en primer plano de su historia de abuso de poder a una mujer lesbiana, y no a un hombre, ahora que el ambiente social de la sociedad (en España especialmente) está dedicada a censurar siempre las conductas de los varones y dejar al margen de cualquier falta a las féminas. Ni que decir tiene que ya ha recibido críticas por ello.

Para: los que quieran ver todas las películas nominadas este año a los Oscar. Tár tiene seis nominaciones, entre ellas mejor película y mejor director.