Año 1940, la ciudad de Londres vive en una situación de continuo sobresalto y sufrimiento debido a los frecuentes bombardeos a los que es sometida por la aviación alemana. Es en ese momento cuando el Ministerio de Información (también entendido como propaganda) decide levantar la moral de la población civil a través de películas patrióticas que transmitan mensajes de "autenticidad y optimismo". En esa tesitura dentro del departamento de cine contratan, con ciertos prejuicios, a la joven Catrin Cole para que redacte los diálogos de los personajes femeninos. Aunque, al principio, las relaciones con su compañero Buckley son algo tensas, pronto la laboriosidad e inteligencia de Catrin acabarán por conquistar a todo el equipo… Con un argumento de corte clásico, este drama romántico con toques de humor posee indudable atractivo para cualquier aficionado al Séptimo arte, puesto que  rinde homenaje a los guionistas que escriben las historias cinematográficas, sin duda el apartado más importante de un filme. Para ello la directora danesa Lone Scherfig (An Education), adapta una novela de Lissa Evans, titulada Their Finest Hour and a Half, que contiene elementos muy atrayentes: desde un recordatorio del sacrificio y heroísmo que mostraron los ciudadanos londinenses durante ese periodo de guerra hasta un giro argumental muy actual: la constatación del talento de una mujer en tareas desarrolladas hasta ese momento por varones. Con características distintivas claras de lo que es puro cine británico,  es decir, cuidada ambientación, diálogos con "meollo" y una buena dirección de actores, lo más interesante de esta película, mucho más que la historia de amor (que, de hecho, baja el ritmo) es cuando describe los entresijos del proceso de gestación de la película (hablamos de "cine dentro del cine"). Genial Bill Nighy como un actor vanidoso británico que debe enseñar nociones de interpretación a un valiente pero bruto soldado estadounidense. Saquen sus propias conclusiones… Para: Los aficionados al cine clásico Juana Samanes