- Director
Monia Chokri - Intérpretes
Magalie Lépine Blondeau, Pierre-Yves Cardinal, Francis-William Rhéaume y Monia Chokri. - Nacionalidad
Canadá
https://www.youtube.com/watch?v=wLDM-HWjpiM
La atracción física es instantánea cuando Sofia conoce a Sylvain. Ella es profesora de Filosofía en la Universidad de Montreal, y tiene pareja desde hace 10 años, y él es el carpintero encargado de remodelar el precioso chalet que ha adquirido con su pareja. ¿Su amor podrá superar las barreras que les separan?
Se trata de una comedia romántica canadiense que tiene como pareja protagonista a un hombre y una mujer de diferentes estratos sociales y educativo
A priori, Simple como Sylvain plantea en imágenes un tema universal al que filósofos de todos los tiempos han dado vueltas sobre las diferencias entre amor y deseo, como bien va desmenuzando la protagonista en sus clases a sus alumnos de la tercera edad. Aquí se añade el componente de la distancia educativa que separa a Sofia y Sylvain pero llevado a unos extremos histriónicos sobre los amigos y familiares que les rodean y, de alguna forma, les separan. Pero la directora, Monia Chokri, no parece decantarse a favor de ningún lado, pues si bien los parientes y conocidos de él son de clase trabajadora y algo brutos, los de ella, empezando por su hermano artista, tampoco son mejores con su elitismo intelectual y sus aburridas verborreas. Y todo ello enmarcado en una historia en la que la cineasta da un papel prioritario al tema sexual en las relaciones de pareja, que recrea en diálogos y secuencias continuamente.
Por ello, lo mejor sin duda de la película es la actuación de la pareja protagonista muy bien elegida. Magalie Lépine Blondeau da bien la talla de mujer elegante y educada y Pierre-Yves Cardinal está divertido como el atractivo carpintero. Luego hay toques curiosos en el film; como se trata de una película canadiense la historia de amor se desarrolla en muchas secuencias en parajes nevados. Más fuera de lugar resultan las menciones sobre la crueldad de los hombres españoles (El padre de Sylvain lo es) y, a más a más, la directora debe odiar a los niños porque siempre que aparecen en escena son pequeños monstruos que meten bulla y molestan a sus padres.
Inexplicablemente esta comedia romántica se alzó con el Premio César a Mejor Película Extranjera en una categoría en la que estaban nominadas películas de calidad muy superior como Oppenheimer, Perfect Days y Fallen Leaves.
Para: los que vean todas las comedias románticas.