Una joven checa, estudiante de Economía, se enamora de un hombre y decide irse a su país y casarse con él. El problema estriba en que Nazir es afgano y el choque de culturas es inevitable, a pesar de que la acción de esta historia se desarrolla en la época postaliban, en teoría de cierta apertura hacia las mujeres.

Michaela Pavlátová, una respetada directora checa de cine de animación para adultos, aprovecha los recursos expresivos que le otorga el dibujo animado para narrar de forma realista la vida en la sociedad afgana, más en concreto dentro de los hogares, donde las cosas no habían cambiado tanto debido a que muchos hombres de ese país seguían comportándose como despotas con sus mujeres.

La película resulta creíble porque está basada en las vivencias personales de la periodista checa Petra Procházková en Afganistán, donde residió precisamente tras la caída de los talibanes y experimentó en su propia carne ese choque cultural, que reflejó en su novela “ Frišta”, en la que Petra describió los excepcionales esfuerzos que en ese periodo (de casi veinte años)  las mujeres afganas hicieron por estudiar, por educarse, por conducir... En este retrato apasionante My Sunny Maad también indaga en la presión que la sociedad hacía sobre el individuo porque incluso a un hombre de buenas intenciones como Nazir el ambiente iba transformándolo en un individuo desconfiado y crítico con el comportamiento de su esposa europea y, por tanto, educada de forma más libre que sus congéneres de Afganistán.

Resulta curioso que esta película de animación realista, que describe  la vida en Afganistán cuando todavía estaban los americanos, llegue a los cines cuando, desgraciadamente, toda esta situación ha vuelto cambiar  desde agosto de 2021 cuando volvieron a tomar el poder los talibanes, y los incipientes derechos de las mujeres han vuelto a desaparecer.

Unos dibujos clásicos, sencillos, pero muy expresivos retratan asuntos graves de esa sociedad como los matrimonios de niñas con hombres adultos, en matrimonios concertados por sus padres, o los malos tratos, aceptados como una cosa natural.

La película, coproducción de República Checa, Francia y Eslovaquia, ha sido aplaudida y premiada  en multitud de certámenes. El título My sunny Maad, significa en checo MI hijo Maad y hace alusión al niño que la pareja protagonista adopta, un niño con altas capacidades y gran sensibilidad, pero desechado por la sociedad por ser un pequeño con problemas físicos.

Para: los que quieran conocer de primera mano como se vivía en Afganistán durante la permanencia de los americanos, ahora están peor.