Biopic (biografía en imágenes) de la  figura real del padre Stuart Long, un exboxeador quien, tras una triste carrera como actor en Hollywood, pasó a convertirse en un carismático sacerdote, después de una  conversión de lo más curiosa. La frase “los caminos de Dios son inescrutables”, surgirá cuando algunos lo conozcan a través de este film.

Los dos actores católicos más famosos de Hollywood, Mark Wahlberg y Mel Gibson, figuran en el reparto de este film donde Wahlberg también es productor. Película tremendamente americana: la primera parte de la existencia de Stu lo muestra como un hombre realmente bruto, de vida desbocada, presto a la pelea por su incontinencia verbal y con una mala relación con su padre. Enamorado fortuitamente de una chica católica, su vida cambió radicalmente tras un accidente de moto cuando empezó a vislumbrar el sentido que debía dar a su existencia.

Esa primera parte no se “corta” al describir al tipo, de ahí que su nada ejemplar vida no sea apta cualquier espectador creyente, que no sé hasta que punto entenderán su comportamiento errático. De hecho la conversión se resuelve de forma abrupta y rápida, pero donde la película contiene el mensaje inequívoco es cuando a Stu le llegó, por sorpresa, una cruel enfermedad y en su aceptación y el sentido del dolor y el sacrificio que extrajo de ella sí que se encuentra el contenido catequético de esperanza que Mark Wahlberg espera se lleven los espectadores a casa.

Que este film significaba mucho para Mark Wahlberg se demuestra en que, para meterse de lleno en el personaje, se sometió a un sacrificado control por parte de médicos y nutricionistas para cambiar de aspecto físico para encarnar con verosimilitud las diferentes edades de Stu. Es la segunda vez que trabajaba con Mel Gibson, puesto que éste ya interpretó a su padre en Dos Padres por Desigual. La famosa estrella pronuncia una de las mejores sentencias de la película “no se pierde cuando uno se cae sino cuando no se levanta”

La anécdota cinematográfica de la película es que la directora, la joven Rosalind Ross, es la actual pareja de Mel Gibson desde el año 2014, con quien tuvo su noveno hijo en el año 2017 (recuerden que con su primera esposa tuvo siete) . Aunque en principio, por declararse atea, no se veía la persona más indicada para dirigir este proyecto (ella es fundamentalmente guionista), tanto Mel como Wahlberg han quedado contentos con el resultado.  

La duda es si el público español católico conectará o no con este, insistimos, singular sacerdote.

Para: los que quieran ver una historia de redención aunque contenga algunos diálogos algo irreverentes.