- Volkswagen toma ya medidas tras reconocer que los métodos científicos fueron incorrectos: suspende al alto directivo encargado de relaciones externas.
- Varias personas estuvieron expuestas a un gas encontrado en las emisiones de diésel durante un experimento.
- Los experimentos habrían sido encargados por la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte, fundada por VW, Daimler y BMW.
- Daimler se muestra "conmocionada por el alcance de esos estudios y la forma en que se llevaron a cabo".
- El Gobierno alemán añade que no hay "ninguna justificación ética ni científica" para esos experimentos y pide responsabilidades.
Según informes de los periódicos alemanes
Stuttgarter Zeitung y Süddeutsche Zeitung,
varias personas estuvieron expuestas a un gas encontrado en las emisiones de diésel durante un experimento que fue solicitado por un grupo financiado por fabricantes de automóviles alemanes "en algún momento entre 2012 y 2015".
Volkswagen ha sido el primero en tomar medidas: ha destituido a
Thomas Steg, el alto directivo encargado de relaciones externas y asuntos gubernamentales, el mismo que admitió los experimentos a un diario germano.
Los fabricantes de automóviles dijeron que su interés era comprobar si el uso de la
tecnología moderna hacía que las emisiones de diésel fueran más o menos inofensivas, añaden los informes.
Los experimentos habrían sido encargados por la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte (EUGT, por sus siglas en alemán), entidad fundada por los consorcios automovilísticos
Volkswagen, Daimler y BMW.
Los experimentos se centraron en la "inhalación de dióxido de nitrógeno a corto plazo por personas sanas", según los periódicos.
Un hospital universitario con sede en Aquisgrán examinó luego a 25 personas después de que estas hubieran inhalado cantidades variables de gas durante varias horas.
Los experimentos se informaron después de las recientes revelaciones de un experimento donde, en pruebas igualmente inaceptables, se aplicó la inhalación de
gas tóxico a monos de laboratorio.
En reacción a las acusaciones, Volkswagen dijo en un comunicado: "Estamos convencidos de que los métodos científicos elegidos en ese momento eran incorrectos". Y el presidente del Consejo de Supervisión de Volkswagen (VW),
Hans Dieter Pötsch, criticó estos experimentos: «En nombre del conjunto del Consejo de Supervisión me distancio con total determinación de este tipo de prácticas», ha asegurado Pötsch desde la sede de
Volkswagen en
Wolfsburg y ha considerado que esos experimentos «no son de ningún modo comprensibles».
Asimismo, ha señalado que esas prácticas «deben ser aclaradas completamente y sin reservas». Además, ha aclarado que el Consejo de Supervisión se ocupará del asunto: «Haré todo lo que esté en mi mano para que esos sucesos se investiguen completamente» y ha añadido que, sea quien sea el responsable, «tendrá por supuesto que rendir cuentas de ello».
Daimler, por su parte, manifestó el domingo que la compañía estaba "conmocionada por el alcance de esos estudios y la forma en que se llevaron a cabo". "Condenamos enérgicamente las pruebas", añadió el grupo empresario, y
agregó que no había tenido voz ni voto en el método de prueba y que las medidas tomadas por EUGT eran "contrarias a los valores y principios éticos de Daimler".
El
Gobierno alemán, en la conferencia de prensa habitual de portavoces, ha criticado duramente los experimentos y ha destacado que los mismos no tenían ninguna justificación ética ni científica. «Esos experimentos no tienen ninguna justificación ética ni científica y obliga a formular preguntas críticas a todos los responsables», ha indicado el portavoz del Gobierno,
Steffen Seibert.
«Lo que tienen que hacer los fabricantes de automóviles con las emisiones es reducirlas y no pretender demostrar que no son dañinas con ayuda de experimentos con monos y hasta con seres humanos», ha añadido.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com