Destructor de EEUU
Dos destructores lanzamisiles norteamericanos, el USS Spruance y el USS Preble, pertenecientes a la Armada estadounidense han navegado este lunes a 12 millas náuticas de las islas Spratly, un archipiélago objeto de un conflicto territorial entre China y varios países asiáticos, según ha informado la cadena de noticias norteamericana CNN.
La operación se ha llevado a cabo "para desafiar reclamaciones excesivas y preservar el acceso a las vías marítimas conforme al derecho internacional", según ha explicado el portavoz de la 7ª Flota de Estados Unidos, Clay Doss. El portavoz ha subrayado que "Estados Unidos volará, navegará y operará donde lo permitan las leyes internacionales". Eso es cierto tanto en el mar del sur de China como en otros lugares del mundo", ha añadido.
La operación se ha llevado a cabo "para desafiar reclamaciones excesivas y preservar el acceso a las vías marítimas conforme al derecho internacional"
La maniobra que ha llevado a cabo este lunes es la segunda que Estados Unidos reconoce haber realizado en el Mar Meridional de China en lo que va este año. En enero pasado, el destructor USS McCampbell navegó a menos de 12 millas náuticas de las islas Paracelso.
Como consecuencia, el Gobierno chino acusó a Washington de invadir sus aguas territoriales y aseguró que había desplegado misiles "capaces de atacar barcos medianos y grandes".
No existe una base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima comprendida dentro de "la línea de nueve puntos"
Pekín reclama el derecho a construir instalaciones militares en el archipiélago Spratly, conformado por un centenar de islotes y arrecifes esparcidos en un área de más de 400.000 kilómetros cuadrados.
El archipiélago es el foco de un conflicto territorial entre China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam que reclaman partes o la totalidad de este territorio. También Brunéi ha marcado su presencia en algunos arrecifes del archipiélago, sin reclamarlos formalmente.
La Corte de Arbitraje Internacional de La Haya dictaminó en julio de 2016, a petición de Filipinas, que no existe una base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima comprendida dentro de "la línea de nueve puntos" en el mar del sur de China.