- Cumbre empresarial hispano-británica bajo esa esperanza… quizás desesperada.
- Lo cierto es que el PIB británico va a la baja, pero Theresa May considera que una segunda consulta sería una farsa.
- Aunque esté en peligro la City.
- La City presiona al Gobierno, ahora que no hay elecciones en Escocia.
Decíamos ayer que tanto el
Santander como el Sabadell están muy preocupados por el futuro del Reino Unido y no son los únicos. Hay muchas más empresas españolas con intereses en la isla, de ahí la importancia de la visita de los Reyes de España, especialmente del encuentro empresarial celebrado este jueves.
No hay que olvidar que el
Reino Unido es uno de los primeros destinos de las exportaciones españolas, con una balanza comercial positiva para nuestros intereses: exportamos más de lo que importamos. Pero eso puede irse al traste con el
Brexit.
La preocupación, no obstante, es compartida. De hecho, ya circula por el Reino Unido la idea de un
segundo referéndum que brinde la posibilidad de revertir la situación actual. Ojo, hablamos de un debate que ya se está produciendo pero que los mismos interesados -Theresa May, por ejemplo- dan por imposible porque consideran que
una segunda consulta sería una farsa.
Da igual, la cumbre empresarial hispano-británica se ha celebrado bajo esa esperanza, tal vez desesperada. Lo cierto es que
la situación no es la misma hoy que la que había antes del inoportuno referéndum.
El PIB británico va a la baja y, lo peor de todo, empieza a peligrar seriamente la permanencia de la City (
en la imagen) tal y como la conocemos.
De hecho, es la City la que más está presionando al Gobierno británico.
Celebremos un nuevo referéndum aprovechando que los últimos comicios dejaron fuera de juego al Partido Nacionalista Escocés, partidario de un segundo referéndum independentista.
Da igual. La posibilidad de una segunda consulta Brexit es prácticamente nula. Pero si esto es así, lo que pretenden los británicos es que la salida de la UE sea, al menos, blanda. Es lo que buscan también las empresas españolas.
Pero hay un pequeño detalle, casi sin importancia: la negociación del Brexit es con Bruselas, no con Madrid. Y ya se sabe quién manda en Europa: Ángela Merkel, que no quiere oír hablar de blanduras.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com