- Pero ojo, no se queda ahí. Subirán todos los impuestos especiales: alcohol, tabaco…
- Y ojo, el PP imita a la CUP: nuevo impuesto sobre refrescos altos en azúcar.
- Incluso alguien en Hacienda ha planteado el 'error Salgado': subir impuestos para las bebidas fermentadas (vino).
- Y cuidado, que el adelanto del impuesto de sociedades puede consolidarse. Es decir, convertirse en una verdadera subida permanente.
- Y no está desechada la subida del IVA para algunos productos.
- En resumen, entre aumentar los impuestos y reducir las prestaciones públicas, Rajoy se ha optado por lo segundo: ¡Lástima!
Mariano Rajoy tenía dos posibilidades para enjugar el déficit fiscal, tal y como le exige Europa:
subir los impuestos o reducir las prestaciones públicas. Es evidente que lo segundo es lo más libre, lo más liberal
y lo más sensato. Pero también lo más impopular. Ya saben, en la España actual
lo público es bueno y lo privado es malo. O sea, que somos liberticidas.
Pues bien, el plan es el siguiente, aunque todavía está en discusión: subir el impuesto de hidrocarburos, el más simple de subir. De cada euro que usted paga en la gasolinera, más de 70 céntimos son impuestos y el gravamen de hidrocarburos se lleva más de la mitad del PVP.
Pero no sólo eso, se estudia la subida de otros impuestos especiales.
Tabaco, claro, pero también alcohol, nueva vuelta de tuerca. Ojo,
alguien en Hacienda ha propuesto el llamado
'error Salgado', por
Elena Salgado, vicepresidenta de
Zapatero, que quiso gravar como 'especia, no como alimento, las bebidas fermentadas. En plata, el vino. Se armó una de tal calibre que
Zapatero tuvo que dar marcha atrás. La entonces vicepresidenta podía haber resultado ahorcada en la plaza Mayor de La Rioja.
Más propuestas: el nuevo adelanto exigido a las empresas sobre
impuestos de sociedades podría consolidarse. Es decir, convertirse en una
auténtica subida del impuesto sobre el beneficio.
Los de
Podemos aplaudirán, sin darse cuenta de que ese gravamen sobre el beneficio nos hace perder competitividad, jsuto cuando lo mejor de la economía española actual es la
balanza de pagos, en concreto,
el incremento de las exportaciones. Porque el impuesto de sociedades beneficia a las empresas que nos venden y perjudica a las empresas españolas.
Más:
tampoco el IVA se escapa a las previsiones de subida de impuestos para el caso de que no se cumpla con las exigencis europeas y las de las comunidades autónomas, donde algo tienen que decir PSOE y Ciudadanos. Pero
subir el IVA, el impuesto más justo, resulta muy impopular. Lo que se estudia es subir el tipo sólo de determinados productos.
Lo más novedoso:
el nuevo impuesto sobre refrescos, es decir, sobre bebidas azucaradas. Hasta ahora sólo se lo han propuesto los francesesm los británicos y, en Cataluña, la CUP. No está mal.
Razón:
el azúcar, que provoca muchas diabetes. Ya saben: si quieren ustedes meterle la mano en el bolsillo a los ciudadanos no tienen más que asegurarles que lo hacen por
su salud o por su seguridad. Entonces, es cuando todo el mundo acepta cualquier abuso, sin rechistar.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com