• La editorial española compra el negocio de educación de la multinacional colombiana Carvajal, por 16,8 millones.
  • La operación ayuda a consolidar aún más su liderazgo en Hispanoamérica donde el negocio es muy fuerte.
  • Mientras, en España, Santillana es líder con el 19,3% de cuota… pero el soporte papel para los libros de texto se acerca a su fin.
  • Paralelamente, el fondo DLJ pone en venta su 25% y PRISA podría hacer lo mismo con su 75%: Santillana le daría más liquidez que la Ser o El País.
Como saben, PRISA presenta una delicada situación económico-financiera que se puede definir con la palabra desastre y que, curiosamente, contrasta con la caradura de su presidente, Juan Luis Cebrián (en la imagen). Claro que a estas alturas no parece que Janli vaya a enmendarse, de hecho ahora ha movido los hilos para hacer más fuerte a Santillana en Hispanoamérica,… pero sólo quiere venderla para obtener liquidez. En concreto, este miércoles PRISA ha informado a la CNMV de que Santillana ha comprado el negocio de educación de la multinacional colombiana Carvajal por 16,8 millones de euros. Una operación que está sujeta a las autorizaciones de competencia, con la que se podría decir que Cebrián opta por imitar la práctica habitual de los fondos (comprar para vender, es decir, comprar con el único objetivo de dar el pase). Este movimiento corporativo ayuda a consolidar aún más el liderazgo de la editorial española en Hispanoamérica. Y es que consiste en la compra de las acciones que Carvajal posee en diversas sociedades dedicadas al negocio de educación en Colombia, Argentina, Chile, Guatemala, México, Perú, Puerto Rico y Ecuador, la transferencia de ciertas marcas y una licencia sobre marcas asociadas a la denominación Norma. Mientras, en España, Santillana es líder con el 19,3% de cuota, pero tiene competencia de otras editoriales (Anaya, SM, etc.). Además, hay otro problema al que debe hacer frente, pues el soporte papel para los libros de texto se acerca a su fin. Y es que, como saben, la deriva hacia la digitalización en la que estamos inmersos se expande por múltiples sectores, entre ellos, el bancario, donde destaca el empeño personal de Francisco González en el BBVA. Paralelamente, conviene señalar que Janli no es el único que baraja vender Santillana. El fondo de capital privado DLJ South American Partners, que adquirió el 25% de la editorial en 2010, también planea hacerlo, según informa El Confidencial, tras llevarse algo más de 100 millones en dividendos en estos años. Por su parte, PRISA pondría a la venta el 75% restante, pues esto le daría más liquidez que la venta de la Cadena Ser o del periódico El País. Como saben, la situación económico-financiera del imperio Polanco no hace otra cosa que agravarse y esto empieza a hartar a sus accionistas y acreedores. En concreto, el HSBC está a punto de estallar e intenta que un fondo exija responsabilidades a Janli. Y esto no es baladí porque el banco británico, Société Générale, Santander, Caixabank y Telefónica poseen ya el 40% del grupo mediático. Claro que al presidente de PRISA parece que aún le queda mucha tela que cortar, pues el Consejo prorrogó su carácter ejecutivo hasta diciembre de 2018 y su contrato como no ejecutivo en dos años adicionales. Y todo ello, con unos cuantiosos honorarios que para nada corren en paralelo a su desastrosa gestión. En 2015, Cebrián cobró algo más de dos millones de euros, a los que sumó otros 50.000 euros para alquiler de vivienda y además, cuando abandone el grupo se embolsará seis millones de euros de indemnización. Vamos, que no tiene razones para quejarse. Cristina Martín cristina@hispanidad.com