- La entidad cántabra no va a achacar a Ángel Ron conducta irregular ni fraude en el sistema de retribuciones.
- Conclusión que, según fuentes del Santander no puede ampliarse al equipo Saracho.
- Aunque sí aprovechará un informe de última hora para negar las prejubilaciones al presidente, al consejero delegado y al secretario del Consejo. Eso que se ahorran.
- Y miren por dónde, ese informe fue presentado el 6 de junio de 2017, el largo día de la intervención-liquidación, por la consejera Reyes Calderón.
Siete meses después de hacerse con el Popular, el Santander no ha encontrado fraude en el equipo de
Ángel Ron (
en la imagen).
Hablamos de una
presunta ocultación de indemnizaciones multimillonarias en forma de pensiones, algo que la CNMV está empeñada en acreditar. De hecho, el organismo que preside
Sebastián Albella está ultimando un expediente sancionador a la antigua cúpula del Popular por este motivo.
Pero el dictamen del propio Santander contrasta con el proceder de la CNMV. Ya hemos contado en
Hispanidad cómo Albella, en su noble afán de esclarecer la verdad y nada más que la verdad, anunció, en sede parlamentaria, que iba a investigar las cuentas del Popular -ampliación de 2.500 millones incluida- porque tal vez hubo engaño. Curioso, porque se trata de unas cuentas y una ampliación que él mismo bendijo como presidente del despacho Linklaters, contratado por el Banco Popular en 2016... precisamente para eso.
Lo dicho: el empeño de Albella contrasta con el dictamen del propio Santander, que en sus alegaciones a la CNMV -
documento al que ha tenido acceso Hispanidad- asegura que "no ha existido omisión de información ni se ha introducido en los IARC ningún dato falso o engañoso".
En otras palabras, la entidad que preside
Ana Botín no va a achacar a Ángel Ron conducta irregular ni fraude en el sistema de retribuciones porque no ha encontrado ninguna irregularidad, cosa que no puede afirmar del Consejo de Emilio Saracho, según fuentes de la entidad cántabra.
Ahora bien, el Santander sí aprovechará un informe de última hora para
negar las prejubilaciones al presidente, Ángel Ron, al consejero delegado, Francisco Gómez, y al secretario del Consejo, Francisco Aparicio. Y miren por dónde, ese informe fue presentado al Consejo del Popular el 6 de junio de 2017 por la consejera Reyes Calderón.
Efectivamente, no contenta con los informes de Sagardoy y de Garrigues que avalaban esas prejubilaciones, Calderón encargó un tercero a
Uría y Menéndez que encontró un resquicio: una prejubilación es un variable y debe tratarse como tal.
Anotación al margen: en plena intervención -la JUR resolvió el Popular la noche del 6 al 7 de junio- lo que verdaderamente preocupaba a Calderón, al parecer, eran las prejubilaciones de la anterior cúpula del banco.
En resumen: al Santander le fastidia que Albella se empeñe en buscarle tres pies al gato porque ahora el gato es el Santander.
Y en cuanto a las cuentas de la entidad que el presidente de la
CNMV puso en solfa en el Congreso, la misma PwC, auditora del Santander, asegura en un informe de finales de septiembre, al que
también ha tenido acceso Hispanidad, que eran correctas.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com