El mexicano Ángel Gurría ha comparecido por última vez como secretario general de la OCDE, después de 15 años en el cargo
La buena noticia es que, en su último informe sobre España, la OCDE ha mejorado las previsiones sobre nuestra economía, que crecerá un 5,9% del PIB este año y un 6,3% en 2022, frente al 5,7% y al 4,8% anterior, respectivamente. Una buena noticia, aunque sólo relativa, si tenemos en cuenta que venimos de un desplome del 11% en 2020.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, que dejará la organización el próximo 1 de junio, después de 15 años en el cargo, rechazó este jueves subir impuestos, tal y como planea el Gobierno, porque podrían hacer “descarrilar” la recuperación. Una vez consolidada la recuperación, la OCDE admite que el Gobierno deberá subir, por ejemplo, el IVA, el impuesto a los carburantes o eliminar la declaración conjunta del IRPF.
El organismo internacional también ha reconocido, y esto lo suele silenciar el Gobierno, la necesidad de analizar el gasto público y no precisamente para aumentarlo, sino para recortar aquellos que no resulten imprescindibles.
En cualquier caso, habrá que aumentar la recaudación para hacer frente a una deuda pública disparada, que podría alcanzar el 171% del PIB en 30 años si no se controla, por ejemplo, el gasto en pensiones, que actualmente es de más de 10.154 millones de euros mensuales, por catorce pagas. Y subiendo.
Precisamente por eso, Gurría ha instado al Ejecutivo a retrasar la edad de jubilación, algo a lo que el ministro José Luis Escrivá no se atreve.
Y la otra pata de la recuperación incluye la no derogación de la reforma laboral del PP, como pretende la vicepresidenta Yolanda Díaz, empeñada en volver al modelo anterior.