- Al menos 214 de las 700 mujeres y niñas rescatadas de las garras de los yihadistas de Boko Haram están embarazadas.
- Muchas de ellas fueron casadas a la fuerza, obligadas a combatir y a presenciar el asesinato de sus maridos o padres.
- "Pasaban días sin que nos dieran comida ni agua, hasta que hace tres días, la noche antes de ser liberada, di a luz a la niña", agregó otra mujer de 27 años.
- La mayoría de ellas sufre depresión profunda.
Como se sabe, unas 7
00 mujeres y menores fueron rescatadas recientemente en Nigeria de las garras de los
yihadistas de Boko Haram en tres operaciones militares de Ejército nigeriano en el bosque de Sambisa, estado de Borno, y en Madagali, en el vecino estado de Adamawa, ambos fronterizos con Chad y Camerún.
Pues bien: algunas de ellas han contado el
horror vivido, las violaciones, el sufrimiento, el hambre y las amenazas que padecieron durante su cautiverio en manos de los islamistas que azotan el norte del país africano sembrando el terror desde 2009, informan
agencias.
Los testimonios desgarradores, a los que ahora se suman informes médicos, dan cuenta de decenas de embarazos no deseados, producto de violaciones constantes, reflejan la violencia ejercida por el grupo más sanguinario de Africa contra estas mujeres.
Muchas de ellas fueron
casadas a la fuerza, obligadas a combatir y a presenciar el asesinato de sus maridos o padres.
El director ejecutivo del Fondo de Población de Naciones Unidas, Babatunde Osotimehin, reveló que
al menos 214 mujeres y niñas "están visiblemente embarazadas y otras dieron positivo en las pruebas", en declaraciones recogidas hoy miércoles por el diario nigeriano Daily Mail.
"Me convirtieron en un objeto sexual. Hacían turnos para acostarse conmigo. Ahora estoy embarazada y no sé quién es el padre", contó Asabe Aliyu, de 23 años, secuestrada durante seis meses por el grupo islamista, que pretende imponer un califato en Nigeria a pura violencia y con un desprecio total por la vida.
"Secuestraron a toda mi familia y mataron a mi marido en el bosque de Kilkasa cuando yo estaba embarazada de cuatro meses. Luego, en el bosque de Sambisa, dormíamos al raso. Me dijeron que cuando alumbrara al bebé me casarían con uno de sus comandantes", contó a la cadena BBC Lami Musa.
"Pasaban días sin que
nos dieran comida ni agua, hasta que hace tres días, la noche antes de ser liberada, di a luz a la niña", agregó la mujer de 27 años.
Muchas de las mujeres y niños liberados se encuentran en la actualidad en distintos campos de desplazados de la región noreste, la mayoría en Yola, capital de Adamawa, adonde llegaron este fin de semana tras varias horas de viaje en camionetas del Ejército nigeriano.
Traumatizadas y algunas víctimas de la desnutrición, las ex rehenes quedaron en manos de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (Nema), que las asiste con apoyo psicológico y busca facilitar su reinserción social.
"Ocho mujeres y quince niños fueron hospitalizados por heridas producidas durante la operación de rescate" , dijo un vocero de la agencia, Sani Datti.
Según Sa'ad Bello, coordinador de la Nema en Adamawa,
muchas mujeres padecen depresión profunda. "Algunas muestran verdaderas señales de (sufrir) un trauma y nosotros intentamos que entiendan que esto no es el fin de sus vidas", explicó.
En el campamento se les proporcionó alimentos, mantas, mosquiteras, jabón y detergente y se sometió a las mujeres a exámenes médicos para determinar si tienen enfermedades de transmisión sexual, señaló Manzo Ezekiel, otro vocero de la Nema.
Aún no se sabe si entre las mujeres rescatadas están algunas de las más de 200 estudiantes que Boko Haram secuestró de una escuela de Chibok, en Borno, en abril de 2014. El Ejército había descartado su presencia tras liberar a la primera tanda del martes pasado, pero aún no hay precisiones sobre las demás.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com