- El regulador amplía a cuatro empresas más, entre ellas Holcim y Lafarge, la investigación por prácticas contra la competencia como en el pacto de precios.
- Las cementeras suiza y francesa están en proceso de fusión, con altibajos, desde abril de 2014.
- Pero también están en el ojo visor de Competencia, Cemex y Portland Valderribas y hasta 12 compañías más, como Molins o Lemona.
- Es la gota que colma el vaso en un sector en estado crítico desde la burbuja del ladrillo: tardará todavía ocho años en recuperarse.
Decíamos recientemente que
las cementeras no volverán a la normalidad hasta dentro de ocho años. El sector, en efecto, es uno de los más afectados por la crisis que siguió a la burbuja del
ladrillo. Y en diciembre, la patronal que agrupa a las cementeras,
Oficemen, hacía un
balance pelín pesimista sobre el consumo: a pesar de un cierto repunte a final de 2014, los niveles en 2015 serán prácticamente los mismos que en 2014: 11 millones de toneladas. Pero calculaba también que no será hasta 2022 cuando se alcancen unos niveles normales de produccción para un país como España (22 millones de toneladas). Pues bien, a esos problemas, que no son pocos, se une ahora el ojo visor de la CNMC, el regulador que preside
José María Marín Quemada (
en la imagen), que
ha ampliado a otras cuatro empresas más el expediente sancionador que abrió a finales del año pasado por un supuesto cártel en el sector del cemento y el hormigón. Vamos, por prácticas restrictivas de la
competencia o pacto de
precios.
La CNMC ha incluido ahora a
Holcim España,
Lafarge Cementos,
Hormibusa y
Materiales y Hormigones. En los dos primeros casos afecta a dos empresas, la primera suiza y la segunda francesa, en proceso de fusión desde abril del año pasado, a pesar de los tiras y aflojas. Recientemente decidieron seguir adelante tras pactar una nueva ecuación en el canje de las acciones. Su objetivo no es otro que crear la principal cementera del mundo, lo que altera cualquier plan en España de otras compañías como
Cemex o
Portland Valderribas. Desde
Hispanidad, hemos planteado una alternativa:
la fusión defensiva de la mexicana y la filial de FCC.
Las cuatro empresas se unen así a la lista de otras diez, en las que están Portland Valderribas y Cemex, sospechosas, como el resto de "supuestos acuerdos o intercambios de información, prácticas concertadas de fijación de precios y otras condiciones comerciales y un posible reparto de mercado en los sectores del cemento, el hormigón y los productos derivados".
El resto de las empresas investigadas son
Cementos Lemona, Betón Catalán,
Cementos Molins,
Promotora Mediterránea 2,
Hanson Hispania,
Tenesiver,
Comercial Arroyo Construcción y
Hormigones Giral. Todas ellas están afectadas por el mismo expediente de la CNMC, abierto tras las inspecciones realizadas los días 16, 17 y 18 de septiembre de 2014.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com