- Un estudio de Raimundo Poveda alerta sobre la situación del sector financiero en el continente.
- Con tipos al cero por ciento, el negocio bancario no es negocio.
- Y la única solución que se plantea a las entidades es que se fusionen.
- Pero junta dos bancos en dificultades y tendrás tres problemas.
- Las fusiones no se hacen para echar a empleados, sino para echar a directivos y administradores.
Siempre se ha dicho que una
morosidad bancaria por encima del 9% empezaba a ser peligrosa. Algunos recordarán cómo, en el año 1993, se encendieron todas las alarmas porque la tasa de mora había escalado hasta el 8%. No pasó de ahí, y la situación se fue normalizando hasta que en 2006, un año antes del estallido de la crisis financiera, la banca española registró una morosidad del 0,40%. Desde entonces no ha hecho más que aumentar hasta rozar el 14% en 2014.
La situación del sector financiero no ha mejorado mucho en los últimos años. Un estudio de Raimundo Poveda, ex director general de Regulación Bancaria del Banco de España, publicado en la
revista Consejeros, del mes de diciembre, da en el clavo: "Una docena de países europeos registra aún morosidades superiores al 10%".
Así las cosas, y con unos
tipos de interés al cero por ciento, el negocio bancario ha dejado de ser negocio. A los constantes y cada vez más elevados niveles de
capitalización exigidos a la banca por parte de las autoridades, ahora se une la búsqueda de la
rentabilidad perdida.
En ese contexto, la única salida que se ofrece a los bancos es el camino de las
fusiones. Para ser rentable, lo que tiene que hacer usted es fusionarse para, acto seguido, reducir oficinas y empleados. Así ganará en eficiencia y rentabilidad. Pero no es así.
Para empezar, junta dos bancos en dificultades y tendrás tres problemas. Además, para echar trabajadores y cerrar oficinas no hace falta fusionar nada. No, las fusiones
se aprueban para echar a directivos y administradores. De hecho, y esto se ha dado ya, alguna que otra fusión se ha frustrado porque el Consejo de Administración absorbido iba a terminar en la calle.
Es la
trampa de las fusiones. Se venden como la solución al problema de la banca actual cuando, en realidad, no solucionan nada o casi nada. Lo único que realmente puede relanzar el sistema financiero español -y europeo- es una subida de los tipos de interés. Pero una subida de las de verdad.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com