- Competencia no cree que estas instalaciones, sin personal, sean inseguras: en Europa operan sin trabas y no causan ningún perjuicio al consumidor.
- Al contrario: benefician al cliente porque "presionan a la baja el precio del combustible", dice el organismo.
- Repostar en esos surtidores nos sale un 15% más barato de media: es un ahorro de más de tres euros por cada 20 litros.
- No es la primera vez que la CNMV echa el guante al sector: el año pasado multó a Repsol y a varias empresas de su red de gasolineras por fijar precios.
La
CNMC mantiene su pulso contra el negocio de las gasolineras. El organismo está convencido de las virtudes de las llamadas
gasolineras fantasma, aquellas que no están supervisadas por ningún empleado. Por eso reclama que la legislación no les ponga trabas para operar libremente.
Competencia defiende que la expansión de este tipo de instalaciones beneficia a la
competencia efectiva y al consumidor, en contra de los que opinan que perjudica a éste último porque no son seguras. El regulador argumenta que estas gasolineras
proliferan en Europa y
no causan ningún perjuicio.
Pero lo cierto es que muchas comunidades autónomas (Madrid, Navarra, Asturias, Valencia o Aragón) prohíben su uso, imponiendo la
obligación de que haya al menos
una persona velando la instalación. En algunos casos la normativa exige que esté día y noche, otras veces sólo por el día. Algunas legislaciones especifican que debe haber alguien cuidando la instalación para evitar, por ejemplo,
que alguien fume, o esté pendiente, otro ejemplo, de colocar un cartel informativo en surtidores que estén
fuera de servicio. A los
sindicatos tampoco les gustan estas gasolineras porque -dicen-
destruye empleos.
Pero la CNMC no cree que ninguno de esos motivos ("innecesarios y desproporcionados") justifique
cargárselas, y subrayan los beneficios que proporcionan al consumidor, sobre todo, porque "
presionan a la baja el precio de los carburantes", según dicta en su informe.
Y eso es cierto: al no estar atendidas por nadie, el precio del combustible es
más barato aquí porque
ahorran costes. En concreto, nos ahorrarnos de media acudiendo a estos surtidores un 15% por cada litro de depósito. Al precio actual de la gasolina, es un ahorro de unos 16 céntimos por litro (
más de tres euros por cada 20 litros que repostemos).
No es la primera vez que la CNMC da un toque al sector. El año pasado, Competencia certificó que
Repsol y varias empresas que son parte de su red de gasolineras fijaron precios. Les cayó una
multa de 22,8 millones de euros.
Daniel Esparza