Los bancos comienzan a cobrar por guardar el dinero de los clientes no vinculados. Tal vez haya llegado el momento de comprar una caja fuerte
Las principales entidades españolas ya cobran por los depósitos de grandes corporaciones, pero aún no han extendido esta práctica a los particulares. Será por poco tiempo. El negocio puramente bancario está deprimido y hay que buscar ingresos donde sea.
No estamos hablando de cuentas a la vista -solo faltaba-, sino de depósitos o imposiciones a plazo fijo (IPF). Ahí es donde la banca cobrará entre el 0,40% -si el cliente mantiene el depósito una semana- y el 0,10%, si el periodo es de un año. Esas son las líneas generales, naturalmente, porque, al final, dependerá del tipo de cliente.
Es lógico. No es lo mismo un cliente ocasional y sin apenas vinculación, que uno de toda la vida y con múltiples productos contratados. Cuando se trata de cobrar por los depósitos, no obstante, el cliente fetén, el pata negra, es el que tiene mucho activo -por ejemplo, crédito circulante- y no como antes, que el rey era el que tenía mucho pasivo.
Y todo esto con sumo cuidado para evitar que los reguladores entren de oficio y pongan pegas al sector por la puesta en marcha de la medida. Por cierto, será entre el 0,10% y el 0,40% porque esa es la horquilla que les aplica el BCE y la que ya están aplicando a las grandes empresas.