La cuenta atrás para las elecciones de Cataluña del próximo 14-F va llegando a su fin y junto a las encuestas y la batalla por los carteles, conviene recordar que Junts per Catalunya ha prometido no contratar a empresas del Ibex 35 si entra en el próximo gobierno de la Generalitat. Pero ojo, porque prosigue la fuga de compañías desde el desafío separatista del 1-O de 2017 y también de producción: Pastas Gallo trasladará la fabricación de pasta seca de Granollers (Barcelona) a El Carpio (Córdoba).

El grupo de pasta es líder en España y cerró 2020 entrando en 1,5 millones de hogares más que el año anterior, alcanzando una penetración del 70,5% (+8%), según la consultora Kantar, y logró mantener su ventaja frente a Ebro Foods, cuya penetración fue del 64,6%. Es propiedad del fondo de capital riesgo español ProA Capital desde 2019, cuando la familia Espona (la fundadora) lo vendió por 227 millones de euros, tras años de disputas familiares. Desde entonces, otros fondos han entrado en el capital, como BlackRock y Flexstone Partners (perteneciente a la gestora Natixis).

Pastas Gallo ha decidido trasladar la fabricación de pasta seca a El Carpio (Córdoba), donde tiene también su sede social desde 2017, dentro de su proceso de especialización industrial. A esta fábrica se suman otras tres situadas en Barcelona: la de Granollers se centrará en pasta fresca, canelones y lasaña; la de Esparraguera, en pasta sin gluten; y la de Sant Vicenç dels Horts, en pasta oriental.

Conviene recordar la propuesta electoral de Junts per Catalunya, partido que preside Carles Puigdemont y que tiene como candidata a presidir la Generalitat a Laura Borrás, porque el veto a contratar a empresas del Ibex afecta a empresas de la órbita catalana: Almirall, Caixabank, Cellnex, Colonial, Grifols, Naturgy y Banco Sabadell. Eso sí, muchas de estas trasladaron su sede a otras ciudades españolas tras el 1-O. Al hilo de esto, la fuga de empresas desde esa fecha alcanza ya las 7.007, según Carlos Carrizosa, candidato de Cs a presidir la Generalitat.