Lasaga, Echavarría y de la Rosa. La guerra no ha terminado en El Corte Inglés
El Consejo de El Corte Inglés (ECI) celebrado el martes 24 aprobó las cuentas del ejercicio 2017 (hasta febrero de 2018) y cuya Junta de Accionistas se celebrará el 26 de agosto próximo.
Y no era baladí porque Ernst&Young (EY) hizo dos cosas: por un lado, se negó a realizar la solicitada auditoría de Seguridad, la madre de todas las batallas, al final ejecutada por la auditora BDO, con el ‘apoyo’ de auditoría interna del ECI y que, miren por dónde, salió impoluta.
Así, EY firmó las cuentas, lo que más esperaba el presidente, Jesús Nuño de la Rosa.
Marta y Cristina Álvarez se saben ganadoras y no aceptan que se quede como consejero
Eso sí, sigue vigente la querella presentada por Dimas contra Juan Carlos Fernández-Cernuda en los tribunales, hombre fuerte en la casa. Pero, por el momento, todo está en orden. Ni México ni la seguridad en los centros españoles está en problemas.
Ahora se trataba de echar a Dimas Gimeno, ya expulsado de la Presidencia y del Consejo de Administración (del Patronato de la Fundación no pueden).
Pueden hacerlo en la Junta sin ayuda de los Areces dado que la Fundación Ramón Areces, controlada por Florencio Lasaga, posee un 38% del capital de ECI, e Inversiones Isidoro Álvarez S.A. (IASA), donde todos los derechos políticos los poseen las hermanas Álvarez, posee un 22,5%. Total, que expulsan a Dimas del Consejo en la Junta sin necesidad de aliados.
Lo más curioso es que los más beneficiados son Florencio Lasaga (84 años) y Carlos Martínez Echavarría (82). Lo previsto era que se fueran del Consejo el 26 de agosto. Pues bien, se va el joven y los ancianos continúan ejerciendo.
Por contra, el presidente, Jesús Nuño de la Rosa, habría preferido que se quedara como consejero
Lo más curioso es que Jesús Nuño de la Rosa, el nuevo presidente, intentaba que Gimeno se quedara en el Consejo a cambio de retirar sus actuales querellas contra la entidad. Su madre y su tío, María Antonia y César Álvarez, hermanos de Isidoro Álvarez, tienen otras, pero el propio Dimas ha demando a Juan Carlos Fernández-Cernuda, responsable de Seguridad, además de impugnar su cese como presidente.
Total, el joven fuera, los ancianos dentro. El peligro estriba en que ECI acabe gestionándose desde los tribunales, por no hablar de la sombra del jeque catarí Al Thani, cada día más alargada aunque los incautos piensen que menos.
Dimas se negó a retirar las dos querellas presentadas
Y luego está el negocio: las cifras del pasado año son modestas. ¿Y las del ejercicio en curso? También. ECI se ha saltado la tradición y ha publicado sus resultados un mes antes de la junta, mostrando una evolución positiva durante 2017. Según los datos, ha aumentado sus beneficios en un 2,8% (ver el documento adjunto), crifra no muy elevada.
Y cuando el 'asunto Gimeno' haya terminado, al menos en la calle Hermosilla, y cuando Echavarría, Hernández Gil y Lasaga estén en sus casas, emergerá el otro pulso: el de las hermanas Álvarez con el nuevo presidente, Nuño de la Rosa, que no acepta ser un presidente de paja. Pero para eso queda algún tiempo.
La guerra de El Corte Inglés no ha terminado.