La relación de Fernando Abril-Martorell con María Jesús Montero es como las fincas de Extremadura: manifiestamente mejorable. El presiente de Indra fue nombrado por el PP para sustituir al socialista Monzón y ahora que ha llegado el PSOE, Abril-Martorell asegura que se trata de una empresa privada.

Y es cierto, lo es. Ahora bien, el principal accionista es la SEPI con un 18,7% del capital, y el principal accionista privado son los March (11,3%), que no se van a enfrentar al Gobierno por mantener al presidente. Y los fondos tampoco. O sea, es una empresa privada en la que el presidente lo puede nombrar el Gobierno de turno. Por eso, el argumento esgrimido por Abril-Martorell ha cabreado, y mucho, a la ministra de Hacienda, que es quien ‘controla’ la SEPI.

Defensa solo representa el 10% de los ingresos de Indra

Hay que tener en cuenta, además, que María Dolores de Cospedal ya no es ministra de Defensa y que Sánchez no quiere ni oír hablar del polo militar industrial que persiguió Cospedal. Es más, a su llegada a la cumbre de la OTAN, el presidente ha señalado este miércoles que entiende las demandas de Donald Trump acerca del aumento del gasto militar de España, pero también ha pedido que se tengan en cuenta otras contribuciones que realiza nuestro país como, por ejemplo, inversión en equipamientos y la contribución a las misiones de la Allianza.

Es decir, que no piensa ampliar el presupuesto en Defensa, una mala noticia para Abril-Martorell, que se había engolosinado con el proyecto de Cospedal. Sí, es cierto que Defensa solo representa el 10% de los ingresos de Indra, pero también lo es que los márgenes que aporta son mucho más elevados.

Esto también es importante, porque el problema de Abril-Martorell sigue siendo la falta de ingresos. Primero fue Tecnocom y ahora va a por ITP. Su táctica consiste en comprar más que en rentabilizar. ¿Cómo va Indra? La cotización bien; los ingresos mal.

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