La revolución cajera, entendida esta como una vuelta al espíritu mutual de las cajas de ahorros, casi hacia el viejo sistema mutual, puede empezar con Ibercaja, en Zaragoza, pero el camino no es fácil
Ibercaja ha publicado hoy viernes los resultados del primer semestre de 2020. Nos recuerda la presentación un poco a la del primer trimestre del grupo: pretende la dirección de la entidad que dichos resultados no son tan malos como aparenta el primer titular, y que la culpa es del Covid-19. No sabemos si esto será cierto, pero el problema de márgenes que comentamos en nuestro análisis del primer trimestre sobre el grupo se sigue manteniendo durante el primer semestre de Ibercaja.
El margen de intereses de Ibercaja ha descendido en el primer semestre de 2020 en un 3,6% respecto al primer semestre del ejercicio anterior, en el que si además incluimos la variación del margen de comisiones, en igual análisis comparativo, obtenemos la friolera de un descenso en sus ingresos recurrentes del primer semestre de 2020, respecto al mismo período del año anterior, de un 4,1%. Ibercaja, despierta: has perdido en margen de intereses unos 19,3 millones de euros en un período de 12 meses.
Sigamos con nuestro análisis de la cuenta de resultados de Ibercaja. El grupo ha reducido sus gastos de explotación en un 3,8% en el primer semestre de 2020 respecto al primer semestre e 2019. Bien, alguien se está apretando el cinturón. El resultado antes de saneamientos de Ibercaja en el primer semestre de 2020 supera el del mismo período del año anterior, pero claro, ha llegado la hora de provisionar con base en el impacto del COVID-19 en sus cuentas, 70,1 millones de euros de los 113,5 millones de euros provisionados en el período. A priori pinta bien, pero… algo nos ha sorprendido. En el primer semestre de 2019 había provisionado una cifra total de 84,1 millones de euros sin COVID-19 claro, y este primer semestre de 2020 casi la mitad si realizamos el ajuste del impacto de la pandemia. Algo pasa.
Respecto al beneficio antes de impuestos de Ibercaja en el primer semestre de 2020, las cosas tampoco han mejorado respecto al mismo período del año anterior. Un descenso del 6,8%, maldito COVID-19, dirán los gerentes del grupo.
Baja rentabilidad, la que se dice y la que se intuye
Ibercaja lo que sí presenta es una tasa de mora baja (3,7% frente al 4,7% del sector), aunque no tanta si le incluyes los activos adjudicados para medir los activos perjudicados por la insolvencia. De este modo, los activos problemáticos alcanzan el 5,6%, se han reducido en apenas un 0,1% respecto al primer trimestre de 2020 y, su tasa de cobertura ha crecido hasta el 55,6% en marzo de 2020 desde el 51,6% de finales de 2019.
La entidad informa de que sus ratios de liquidez (LCR y NSFR) superan holgadamente los exigidos. El LCR es de un 437%. Seguro que es así, pero su relación entre préstamos y depósitos (loan to deposits ratio), un indicador sencillo de liquidez, pero efectivo, todavía es del 86,5%. Razonable, pero un poco más bajo, mejor. Sobre todo después de todo lo que hemos pasado.
Solvencia: bien, ha ganado un 0,9% de la misma en el semestre. Todo ello medido en términos de ratio CET1 fully loaded, así que ahora tiene la institución un 12,3%.
Por favor Ibercaja, seguís en un empeño incesante de proporcionar poca información sobre la rentabilidad del negocio y menos aún sobre la rentabilidad de los fondos propios.
Para jugar en primera, hay que contar algo más. Salvo que no quieran jugar en primera.