- Es la alternativa impulsada por Zapatero y la vieja guardia si Sánchez sobrevive al Comité Federal del sábado.
- Antonio Hernando se adelanta y asegura que no habrá división de los socialistas en el Parlamento.
- El plan A es sustituir al secretario general por una gestora con la excusa del descalabro electoral.
- De los 26 diputados que se abstendrían, 20 son andaluces, cuatro extremeños y dos de Castilla-La Mancha.
En el laberinto que vive el
PSOE por la cerrazón de su secretario general,
Pedro Sánchez, hay dos cuestiones: la cerrazón en sí -a la que asisten impávidos muchos españoles- y la guerra interna que se libra entre los socialistas, que ha pasado a fuego a discreción para el resto de partidos. Pero es ahí donde se dirimen las batallas.
En otras palabras, tan claro tiene Sánchez que persistirá en su
bloqueo para la investidura de Rajoy, como tiene una parte importante del PSOE que sólo hay una alternativa para Sánchez:
que se vaya.
Pero en ese objetivo hay dos pasos. El primero ya se lo hemos contado, a propósito de
la rebelión contra Sánchez activada por Zapatero y Rubalcaba: la creación de una
gestora tras la dimisión del 51% de la Ejecutiva. El segundo paso, si el primero falla, consiste en que la
rebelión contra el líder pase al Congreso.
Paradójicamente, el portavoz del Grupo Socialista,
Antonio Hernando, ha negado este martes que los diputados del PSOE se vayan a dividir por la guerra interna en el partido.
Excusatio non petita, accusatio manifesta.
Pero es ahí donde está la clave del
plan B para dejar por los suelos la autoridad de Sánchez y también el fin de su carrera política. Y es que
bastaría la abstención de 26 diputados socialistas, rompiendo la disciplina de voto del PSOE, para dejar en trizas el tan cacareado
no a Rajoy.
Conviene recordar que
Rodríguez Zapatero es el más activo socialista anti-Sánchez de toda la vieja guardia.
Hispanidad ya les informó de que está en las quinielas la abstención de 20 diputados andaluces, 4 extremeños y 2 de Castilla la Mancha.
Con la suma de esas abstenciones bastaría para sumar los 169 votos positivos a Rajoy (137 del PP más 32 de Ciudadanos) frente a 155 contrarios (si Coalición Canaria cambia de opinión).
Pero
Antonio Hernando no se ha pronunciado sobre el debate del sábado en el
Comité Federal y la propuesta de Sánchez:
congreso del partido en diciembre con
primarias el 23 de octubre. Y tampoco ha querido explicar qué pasaría si esa propuesta es rechazada y decide seguir al frente del PSOE.
En el Comité Federal, obviamente, entrará en debate el
descalabro electoral del PSOE: en junio peor que en diciembre de 2015 y en
Galicia y
País Vasco -un avance de otros comicios- un descalabro todavía más grave.
O sea, el PSOE, con Sánchez, tiene un problema: "Está perdiendo elecciones encadenadamente", como ha señalado este martes la secretaria general de los socialistas andaluces,
Susana Díaz. Ha dicho más: "Cuando
todas las alternativas son malas, alguna responsabilidad debe tener la dirección del partido, no vale culpar a los que ganan".
Y el otro problema ha estallado en
Castilla La Marcha tras la ruptura de
Podemos del pacto de gobierno. Por ahí ha ido el segundo aviso a Sánchez de Susana Díaz, que ha calificado esa ruptura de "muy grave". Ojo, porque es con
Podemos con quien quiere pactar Sánchez.
Susana Díaz no se ha querido pronunciar, sin embargo, sobre si una parte de los diputados andaluces se abstendría para
dejar gobernar a Rajoy. Pero una cosa es dejar claro que el PSOE no es "un subalterno del PP" -ha insistido- y otra defender,
en contra del criterio de Sánchez, que "
primero es el país y ser útiles a los ciudadanos, y en segundo lugar están las cuestiones internas".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com