Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal.
La precandidata a presidir el PP María Dolores de Cospedal ha apostado por consensuar una sola candidatura tras la primera vuelta del proceso de elección del sucesor de Mariano Rajoy, votación que se celebra el 5 de julio y en el que los militantes deciden, e incluso va más allá para decir que aceptaría integrarse en una candidatura encabezada por Soraya Sáenz de Santamaría en caso de que la exvicepresidenta fuese la más votada.
Así lo ha avanzado este lunes en diferentes entrevistas, en Esradio y Onda Cero, donde ha señalado que "lo mejor" para el partido es que se llegase al Congreso Extraordinario del 21 de julio con una candidatura única, que se acordase tras esa primera vuelta en la que solo quedan los dos más votados, recoge RTVE.
A la pregunta directa de si aceptaría integrarse en una candidatura encabezada por la expresidenta del Gobierno, ha respondido: "Absolutamente. Yo creo que tendría que ser así". "Una vez pasada la primera elección, tendríamos que intentar ir conjuntamente", ha insistido Cospedal, quien ha recalcado que ella intentará que haya esa única candidatura tras el 5 de julio.
Cospedal ha subrayado que lo importante es que el PP salga unido y fortalecido de este proceso
Ha subrayado que lo importante es que el PP salga unido y fortalecido de este proceso, porque "un partido fuerte y unido, y con un proyecto ideológico, es el que gana elecciones". Además, ha considerado además que después del 5 de julio hay "mucho tiempo para hablar" y para que los candidatos se pongan de acuerdo y definan cuál debe ser ese proyecto.
Por otra parte, María Dolores de Cospedal ha vuelto a señalar, como hizo el sábado en Cataluña, que "seguramente" el artículo 155 de la Constitución no se aplicó como debía hacerse ni cuando debía hacerse, y ha señalado que debió hacerse antes, pero no se hizo porque el Gobierno no tenía en ese momento el consenso que buscaba con otros partidos.
En rsumen, el aparato se protege a sí mismo para evitar cualqeuir renovación... que constituye, precisamente, la gran esperanza del PP. Y así, el partido se anquilosa. Que era lo que se pretendía evitar con la marcha de Mariano Rajoy.