- "Ganando dinero se pagan impuestos, no se hacen trampas, se crea riqueza y empleo", explica Juan José Litrán. Pero el embotellador hace lo contrario: un ERE con beneficios y lleva 17 meses maltratando a sus trabajadores.
- La marca de refrescos sigue dando lecciones: en su último anuncio enseña dónde encontrar la felicidad. Pero fuera de la publicidad no duda en arrebatársela a sus empleados.
- El spot pertenece a su nueva campaña, donde han invertido 50 millones y han cambiado su botella sólo en España.
- Sobre la reapertura trampa de la planta de Fuenlabrada: Coca-Cola Iberian Partners pide la mediación de Inspección de Trabajo para poder acceder.
Por si a estas alturas quedaba alguna duda, hemos encontrado una nueva prueba de que a
Coca-Cola sólo le importa "
ganar dinero". Este objetivo
es la primera responsabilidad social de una marca, según señaló
Juan José Litrán, director de Relaciones Corporativas de Coca-Cola España, en unas jornadas sobre RSC. Y por si esto fuera poco lo argumenta: "ganando dinero se pagan impuestos, no se hacen trampas, se crea riqueza y empleo". Sin embargo, el embotellador ha hecho más bien lo contrario en algunas de estas cosas: ha hecho trampas -por ejemplo, en la
reapertura de la planta Fuenlabrada- y ha destruido empleo al despedir a trabajadores. Y todo ello, teniendo beneficios, es decir, "ganando dinero". Pero además lleva 17 meses maltratando a sus trabajadores.
Claro que marca sigue a lo suyo como si no fuera con ella la cosa y sigue dando lecciones. Paradójicamente,
en su último anuncio, la famosa marca de refrescos enseña dónde encontrar la
felicidad, que según refiere está en los "benditos bares". Pero fuera de la publicidad no ha dudado en arrebatársela a sus
empleados realizando un ERE y cerrando cuatro fábricas.
En concreto, en el anuncio, la famosa marca refiere los buenos momentos que se pasan en los bares de España y nos invita a reclamar las cosas buenas. Pues si les hacemos caso, el embotellador español
Coca-Cola Iberian Partners (CCIP) debería: cumplir las sentencias, readmitir a sus empleados en sus antiguos puestos y reabrir las cuatro plantas cerradas, sobre todo la de Fuenlabrada. Todo esto son cosas buenas.
En el spot, además de las imágenes, se puede oír casi al final a uno de los protagonistas decir "que nunca se me olvide ni a mí ni a nadie dónde encontrar la felicidad". Pero la marca no debería presumir tanto de dar lecciones, pues hasta ahora no ha hecho otra cosa que portarse bastante mal con una de sus mejores franquicias internacionales y está dispuesta a todo para salirse con la suya y ganar el pulso, tras el ERE hecho por CCIP.
El anuncio forma parte de la nueva campaña de Coca-Cola, en la que la marca y el embotellador
han invertido 50 millones de euros. Así, promocionan su nueva botella de vidrio, creada por y para la hostelería, pero es sólo una muestra de lo que vendrá en las próximas semanas… esperemos que no sean más lecciones.
Cambiando su botella sólo en España, Coca-Cola espera superar el boicot y subir sus ventas.
Conviene recordar que con la reapertura 'trampa' de la fábrica madrileña, CCIP sólo quiere lavar su imagen, acabar con el boicot porque se acerca el verano -temporada de mayor consumo de bebidas refrescantes- y poner a la opinión pública en contra de la gente del
campamento situado en las afueras de la planta. En relación a este último objetivo, el embotellador ha solicitado la mediación de la Inspección de Trabajo para poder acceder a dicha fábrica y reabrirla, pues dice que los activistas sindicales han impedido el paso de un representante de CCIP y de un notario.
Coca-Cola exigió hace unas semanas el "acceso inmediato a sus instalaciones para poder reabrir" la planta, cumpliendo así con las sentencias 'a su manera', pues no será un centro de producción, sino centro logístico e industrial -un almacén de recambios, empaquetado y gestión de residuos-. Además la multinacional ha indicado que debe realizar con máxima urgencia trabajos de mantenimiento, pues la fábrica presenta un
elevado grado de deterioro tras llevar cerrada 17 meses. Recuerden que
Coca-Cola ha tratado de buscar cualquier resquicio legal para no acatar lo que los tribunales le marcan y el hecho de que la planta de Fuenlabrada está deteriorada podría avalar que no se reabriera como lo que era -centro de producción-, sino como lo que CCIP quiere. Por cierto, este viernes, a las 19:30 horas, desde Callao a Sol, los trabajadores harán otra
manifestación reclamando que Fuenlabrada sea de nuevo un "centro productivo y logístico".
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com