- El presidente de Renfe, Pablo Vázquez, fue quien le nombró y ahora intenta que el consorcio no salte en mil pedazos.
- OHL, el que más ha presionado para el cambio de Ceo y quien más ha discutido con otro miembro del consorcio (Copasa).
- Y olvídense de que los saudíes pongan más dinero: ni un euro más de los 6.700 millones presupuestados.
- Y lo que está en juego es mucho, por ejemplo, el prestigio de la ingeniería española en la alta velocidad.
Por si había pocos problemas con el
AVE La Meca-Medina, el gran proyecto internacional de nuestro país en estos momentos, ahora surge uno más. Y es que las doce empresas que forman el consorcio español están de acuerdo en que el Ceo del mismo,
Santiago Ruiz (
en la imagen) debe cesar.
Como saben, dicho consorcio está formado por 12 empresas españolas: Renfe, Ineco, Adif, Cobra (ACS), OHL, Indra, Consultrans, Copasa, Siemens, Imathia, Abengoa y Talgo. El consejo de administración de esta Unión Temporal de Empresas (UTE), que se hizo con la adjudicación del AVE para unir las ciudades santas saudíes de La Meca y Medina, lo preside el máximo dirigente de Renfe,
Pablo Vázquez.
Precisamente, fue Vázquez quien nombró Ceo a Santiago Ruiz, que sustituyó a Rafael Valero y se convirtió en el cuarto hombre en ocupar dicho cargo. Ruiz trabajó antes en FCC, como responsable del proyecto del Metro de Riad, así que estaba familiarizado con la materia ferroviaria y también con Arabia Saudí.
En estos momentos, el presidente de
Renfe intenta que el consorcio no salte en mil pedazos, como refleja el hecho de que está en
Arabia Saudí desde el pasado miércoles, según Expansión. Por lo visto, su viaje busca que las autoridades saudíes reconozcan los retrasos acumulados y los sobrecostes de la obra.
OHL es la compañía que más ha presionado para el cambio de Ceo, de hecho a finales del pasado enero solicitó formalmente que se retirara la confianza en Ruiz. Además, OHL también es la que más ha discutido con otro miembro del consorcio (
Copasa), pues ha criticado que dieran más trabajo a socios 'segundones'.
Ante todo este panorama, hay que olvidarse de que los saudíes pongan más dinero: ni un euro más de los 6.700 millones presupuestados. A pesar de que el cliente, Saudi Rail Organization (
SRO) pidió al consorcio que no se ocupara sólo de la construcción del corredor ferroviario de
450 kilómetros de longitud, sino también de la explotación y el mantenimiento de las cinco estaciones. Una cuestión que al parecer no estaba recogida en el contrato firmado en 2012, tras adjudicarse dicho proyecto a finales de 2011, y que supone también
sobrecostes.
Pero esta no es la única dificultad, además están los
retrasos del proyecto. Eso sí, no todos son culpa del consorcio español, pues también se deben a los que se han dado en la anterior fase, que corría a cargo de un consorcio chino-saudí. A esto se une la dificultad de la obra, pues no es sencillo trabajar en el desierto, y la burocracia. Por todo ello, la UTE que preside Vázquez estima que necesitarán entre 12 y 18 meses más, respecto al plazo de entrega que se había acordado (enero de 2017).
Y lo que está en juego en todo este lío del AVE La Meca-Medina es mucho, por ejemplo, el prestigio de la ingeniería española en la alta velocidad.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com