La pandemia del coronavirus y las restricciones, como bien saben, han supuesto un batacazo para el turismo y el sector aéreo mundial, poniendo a muchas aerolíneas al borde de la quiebra. Una de ellas ha sido Norwegian, que pese a recibir ayudas gubernamentales, ha tenido un aterrizaje más que forzoso: cae casi un 7% en bolsa, tras anunciar unas pérdidas de 2.217 millones de euros en 2020, catorce veces superiores a las del año anterior (-155 millones). Estos números rojos son más del triple que los registrados hasta septiembre de 2020 (-602 millones) por un fatídico cuarto trimestre: pérdidas de 1.623 millones, debido a un deterioro de activos de 1.252 millones, y sólo 15 aviones operativos de una flota de 150, sobre todo, en rutas noruegas.

La aerolínea low cost noruega ha visto hundirse sus ingresos un 79%, hasta 877,38 millones, por el descenso de pasajeros (ha transportado 6,87 millones de personas, cinco veces menos que en 2019). Por su parte, la deuda neta se ha reducido un 31%, hasta 3.879,84 millones, fundamentalmente por su conversión en capital. En el cuarto trimestre, inició los procesos de ‘Examinership’ en Irlanda y de Reconstrucción en Noruega, que avanzan positivamente: estos buscan reducir deuda y tamaño de la flota, haciendo que Norwegian sea más atractiva para asegurar el nuevo capital (espera recaudar entre 391 y 489 millones de nuevo capital).

“2020 fue un año excepcionalmente difícil para la industria de la aviación y para Norwegian. En consecuencia, los resultados del cuarto trimestre son los esperados. Lamentablemente, muchos de nuestros empleados tienen sus empleos suspendidos o los han perdido, en parte debido a la decisión de la compañía de cesar las operaciones de largo recorrido”, ha señalado el CEO, Jacob Schram. “A pesar de las dificultades que ha causado la pandemia, existe un gran espíritu de lucha y de compromiso dentro de la empresa, y juntos construiremos una nueva Norwegian cuando salgamos de los procesos de reconstrucción”, ha añadido, pues tratan de “emerger como una aerolínea más competitiva y financieramente sólida”. Además, en el futuro la low cost se centrará en una red nórdica y europea sólida y rentable, con unos 50 aviones en 2021, aunque la velocidad de la recuperación depende de la evolución de la pandemia y las restricciones.