Como bien saben, la pandemia del coronavirus y la crisis económica que ha traído consigo en todo el mundo ha supuesto un batacazo para el sector aéreo, colocando a las aerolíneas al borde del quiebra. Entre ellas, está Norwegian, que transportó 6,87 millones de pasajeros en 2020, cinco veces menos que un año antes (36,19 millones), o lo que supone un 81% menos en términos porcentuales.

La ocupación media fue del 75,3% el año pasado, 11,3 puntos menos que en 2019. Lógicamente, la low cost noruega concentró el mayor número de pasajeros en el primer trimestre, periodo previo al confinamiento, que en la mayoría de países arrancó en marzo y que obligó a dejar cientos de aviones en tierra durante meses, provocando una elevada sangría de liquidez. La pandemia ha agravado sus problemas financieros que tenía los últimos años por la crisis del Boeing 737 Max y los problemas de los motores Rolls Royce, pues ha tenido unas pérdidas de 602 millones de euros hasta septiembre, y aunque ha recibido ayuda estatal, no ha sido suficiente, por lo que ha tenido que reducir fuertemente los costes operativos, suspender miles de empleos, iniciar una reorganización en Noruega y presentar preconcurso de acreedores para tres filiales españolas, entre otras medidas.

“2020 ha sido un año muy desafiante y ahora nos encontramos luchando por la supervivencia”, afirma el CEO, que no pierde la esperanza: “Continuaremos luchando y saldremos de esta crisis como una Norwegian más fuerte”

Pese a la vuelta de algunos vuelos, la cosa no va bien: en diciembre, Norwegian ha transportado a 129.664 pasajeros, un 94% menos que en el mismo mes de 2019, operando sólo nueve aviones y con una ocupación media del 52,3% (-31%), principalmente por las nuevas restricciones debido a la segunda ola del coronavirus. “La pandemia sigue teniendo un impacto negativo en nuestro negocio, como lo ha tenido desde marzo de 2020. A principios del año pasado, Norwegian se dirigía a un resultado positivo en el conjunto del año; en su lugar, 2020 ha sido un año muy desafiante y ahora nos encontramos luchando por la supervivencia”, ha señalado el CEO, Jacob Schram. “Nuestro objetivo es ser una aerolínea económicamente sólida y competitiva, con una nueva estructura financiera, una flota de tamaño adecuado y una oferta mejorada para nuestros clientes”, ha añadido.

“El apoyo de nuestros clientes, empleados y proveedores durante el año pasado ha sido extraordinario. Todos deseamos viajar y reunirnos de nuevo con nuestros amigos y seres queridos, y en Norwegian nuestro enfoque sigue siendo el de conectar a las personas de una manera cómoda y segura”, ha destacado Schram, que es optimista respecto a la vacuna. “La vacuna se está ahora introduciendo en todo el mundo y ésta es una buena noticia tanto para la industria de la aviación como para quienes desean viajar. Estaremos listos para enfrentarnos a la competencia por los clientes después de la pandemia de la Covid-19. El 2020 ha sido un año difícil, pero continuaremos luchando y saldremos de esta crisis como una Norwegian más fuerte”, ha concluido.