Maite Aranzábal, Antonio Puente, Adriana Domínguez y su padre, Adolfo Domínguez
En el grupo textil Adolfo Domínguez parece que todo queda en casa, que por cierto, cada vez es más feminista. Y es que después de que el empresario gallego oficializara la sucesión total en su hija Adriana, que ya mandaba, ahora se ha elegido a Maite Aranzábal, consejera independiente del grupo desde 2007, como vicepresidenta y consejera coordinadora.
El Consejo de Administración del grupo textil ha reducido de ocho a siete el número de sus miembros al concluir el mandato de cuatro años del catedrático de Economía Luis Caramés, que hasta había ejercido como vicepresidente “y protagonizado muy activamente el proceso de transfromación y renovación de la compañía desde 2016”, recoge el hecho relevante enviado a la CNMV. Así, Aranzábal le sustituye en la vicepresidencia. Además, el consejero independiente José Luis Temes ha sido nombrado presidente de la comisión de Auditoría, a la que se incorpora Aranzábal, que preside la comisión de Nombramientos y Retribuciones.
En el Consejo de Adolfo Domínguez la presencia femenina ya alcanza el 57%, un porcentaje muy superior al 30% que exige la normativa de buen gobierno corporativo, y que las empresas del Ibex ya cumplen. Y es que junto a las sillas que ocupan Maite Aranzábal y Adriana Domínguez se une una hermana de esta última (Valeria Domínguez) y Agnès Noguera (en representación de Luxury Liberty). El resto de los tres consejeros son: Adolfo Domínguez González (principal accionista al controlar el 31,5% del capital y que fue muy bien remunerado antes de dejar la presidencia pesa a las pérdidas del grupo), José Luis Temes y José Manuel Rubín.