- El empresario mallorquín, harto del presidente, sigue los pasos de los March y abandona el Consejo del grupo.
- Los Albertos son los únicos accionistas, junto con Pérez, que mantienen sus puestos en el máximo órgano de gobierno.
- Y es que ¡Oh capitán, mi capitán!, hombre de núcleos duros, ahora ama el 'free float'.
- Ya no le tose nadie. Marcelino, pierde toda esperanza.
El distanciamiento entre
Miguel Fluxá y
Florentino Pérez (
en la imagen) tiene su origen hace dos años, cuando en plena crisis del sector, el empresario mallorquín, descontento con las decisiones de Florentino, decidió vender su 6%, pero no pudo hacerlo por la mala evolución bursátil del valor. A pesar de todo, Fluxá no se rindió y siguió luchando desde dentro del Consejo. Por ejemplo, le propuso a Florentino fusionar la compañía con otra constructora, pero ¡Oh capitán, mi capitán! no quiso: si me fusiono -argumentó- al día siguiente me echan de la empresa fusionada.
Mucho ha llovido desde entonces y casi siempre -o siempre- a gusto del mismo. Por eso, la familia Fluxá, presente en
ACS a través de
Iberostar Hoteles,
ha decidido poner punto y final. Su marcha del Consejo, como la de
los March, sólo es el paso previo a su salida definitiva del accionariado, del que aún mantiene un 5%. La normativa comunitaria que amplía el plazo en el que los consejeros de una empresa no pueden comprar ni vender títulos de la misma, sólo ha sido el empujón final que necesitaba. Hace seis meses, los March utilizaron este mismo argumento para irse del Consejo.
Total, que ahora mismo, además de
¡Oh capitán, mi capitán!, los únicos accionistas que mantienen su puesto en el Consejo son
Alberto Cortina y
Alberto Alcocer. Su situación tampoco es sencilla. Ya en 2014 se vieron asediados por la financiación de su propia deuda, que exigía un dividendo creciente de la constructora.
En definitiva, ¡Oh capitán, mi capitán! ha pasado de ser un hombre de núcleos duros a amar el
free float. ¿Para qué necesito un núcleo duro si la estabilidad la proporciono yo mismo, con algo más del 12% del capital? A día de hoy, el máximo accionista es él (12%), seguido de los March (10%), los Albertos (7%), Fluxá (5%) y el fondo
Blackrock (3%).
Conclusión: a Florentino no le tose nadie, ni en el Real Madrid ni en ACS. Y mientras,
Marcelino Fernández Verdes sigue aguardando la llamada de ¡Oh capitán, mi capitán! para hacer las maletas e instalarse definitivamente en Madrid como consejero delegado del grupo. Nada hace presagiar, sin embargo, que esto vaya a suceder. Marcelino, pierde toda esperanza.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com