- El beneficio en 2016 (4.531 millones) se debe a la división de farmacia y sobre todo, a píldoras y abortivos.
- Presume del aumento de ventas del cuestionado dispositivo Mirena ( 8,8%), por el que está en los tribunales.
- El área más floja en ventas, la de semillas y cultivos, que aspira a engordar de la mano de Monsanto.
- La mega-adquisición no es "un sprint, sino una maratón, pero con la mayor parte del viaje ya recorrido".
La presentación de
resultados en 2016 de
Bayer ha estado marcada, como era de esperar, por la compra de
Monsanto -una fusión, dicho sea también, que
ha encendido todas las alarmas, económicas y ética- y por un
récord de ingresos, según la multinacional germana, en los que se esconde sin disimulo, una vez más, que uno de sus principales motores es el
negocio abortivo.
En cifras globales, el
beneficio neto aumentó un 10,2%, hasta 4.531 millones de euros, al mismo ritmo que el
Ebitda (11.302 millones de euros), pero la ventas apenas aumentan (1,5%, hasta 46.856 millones) y el negocio no se reparte por igual entre sus divisiones.
Vuelve a ser el
área de farmacia la que más crece, un 8,7% (16.420 millones), y dentro de ésta, el negocio de las
píldoras abortivas y anticonceptivas, especialmente la familia de los dispositivos intrauterinos
Mirena, más del 8,8%. La
aspirina (-2,1%) no da para tanto
en las estaciones duras que se hacen suaves.
Pero conviene una explicación adicional: esa división representa más de un cuarto de las ventas y la mitad del beneficio de la
multinacional. Eso por un lado. Por otro,
el sucio negocio abortivo de Bayer está en los tribunales, con numerosos frentes, con píldoras o abortivos de hormonas como
Yaz,
Yazmin,
Yasminelle,
Gianvi,
Ocella,
Beyaz, que
estalló en la junta de accionistas de Bayer, y más recientemente por el Minera, que sólo en EEUU acumula más de un
centenar de demandas. Sin olvidar,
las secuelas del Essure, también en España.
Las ventas de la división de farmacia suman 16.420 millones de euros y contrastan con los 6.037 millones del área de cuidado personal,
Consumer Health (3,5%), los 1.523 millones de
Animal Health (4,8%), la división de salud animal, o los 9.915 millones de
Crop Science, área agroquímica de
cultivos y semillas.
En esta última división, las ventas han caído 10.128 a 9.915 millones de euros (por la debilidad del negocio medioambiental en Hispanoamérica), pero es
la gran esperanza para Bayer por su gran operación, la adquisición de
Monsanto, líder global de
transgénicos y semillas, que ha ocupado buena parte de la exposición del presidente ejecutivo de Bayer,
Werner Baumann.
Eso sí, sin alusión alguna a la sed devoradora de
oligopolio del grupo. Sería mucho pedir. Para Baumann, esa adquisición (por 66.000 millones, oh cielos), no es "un sprint, sino una maratón, pero con la mayor parte del viaje ya recorrido".
Rafael Esparza