La guerra contra el narcotráfico también ha sido amarga en Europa. Conexión Marsella recuerda la historia real de todo héroe: un juez francés llamado Pierre Michel. La ciudad de Marsella, en el año 1975, era la capital del crimen organizado. Allí fue destinado, junto con su familia, un joven y entusiasta magistrado llamado Pierre Michel quien decidió atacar de frente, y sin tregua, a la denominada French Connection, que exportaba heroína a todo el mundo. Su principal objetivo fue Gaëtan Zampa, un peligroso individuo que parecía estar detrás de todos los negocios turbios de la ciudad. Con una cuidada ambientación de época y correctas escenas de acción, Conexión Marsella se desliza bien a pesar de su extenso metraje (135 minutos) porque  esa lucha contra la mafia francesa, en la que no faltan las escenas violentas propias ese mundo,  se alternan con otras que describen la vida familiar de dos hombres opuestos a quien las circunstancias convirtieron en enemigos: Michel y Zampa. Pero en esta cinta también se revela, con todo tipo de detalles, la corrupción policial y política que existía en Marsella que hizo desanimarse, en algún momento, al juez Michel, bien interpretado por  Jean Dujardin. A su lado hace un excelente trabajo su  antagonista, el actor Gilles Lellouche, que da la talla encarnando al astuto y despiadado Zampa. El responsable de este impecable filme de cine policiaco es el marsellés Cédric Jiménez, a quien le obsesionaba, desde que empezó su carrera en el mundo del cine, esta historia ocurrida en su tierra natal, de ahí que haya no solo escrito sino dirigido este largometraje. Para: Los que les interese el cine francés de calidad Juana Samanes