Se inicia el boomerang contra el Papa Francisco de la prensa progre: le tiembla el pulso para las reformas.

Un obispo holandés critica al papa por no aclarar si los cónyuges protestantes de matrimonios mixtos (católicos y protestantes) deben comulgar. Los protestantes, se entiende. El obispo cree que el protestante, que no cree en la transustanciación, no puede comulgar y se niega a que el Vaticano responda con un “aclárenlo ustedes mismos”.

Y mejor que dure mucho en la silla de Pedro. Él, no la confusión

Curioso, El País, hasta ahora diario progre encargado de defender a Francisco contra la caverna católica, empieza a dar pábulo a los prelados que atacan a Francisco, aunque se trata de prelados que el diario global considera conservadores. Es decir, ultracatólicos.

Al tiempo, el obispo de Bruselas, cardenal De Kesel, dice que hay que bendecir los homomonios. Su Eminencia Reverendísima me recuerda aquella famosa lápida que una piadosa, aunque no amantísima, mujer grabó en la tumba de su esposo: “Recíbele Dios mío, con la misma alegría con la que yo te lo entrego”.

Y claro, algún que otro católico exige a Francisco que opine sobre el opinador belga.

Insisto: a Juan Pablo II y Benedicto XVI se les insultaba pero nadie se atrevía a manipularles

Todo esto lo explica muy requetebién el padre Santiago Martín, en un vídeo que es de ley escuchar: los amigos de Francisco ponen en muchos aprietos a Francisco. Quizás en demasiados.

Insisto en que el Papa actual está secuestrado, ¿qué como se pude secuestrar a un Papa? Secuestrando sus palabras, en una constante interpretación oficial de sus palabras, o, hablando puertas afuera, secuestrando al Vaticano todo entero, o con un consenso malicioso para interpretar su magisterio como pretendan los secuestradores.

Y por cierto, insisto en que a Juan Pablo II y a Benedicto XVI se les insultaba pero no se les manipulaba. A Francisco se le manipula con el mayor de los descaros.

En el Vaticano se ha creado una especie de consenso para modificar su magisterio

Trataré de resumir la situación: Francisco es un papa secuestrado. Con él se aplica el famoso aforismo “cara, yo gano; cruz, tú pierdes”. Si Francisco no coincide con amigo Francisco está equivocado, si el Papa secunda mis planteamientos lo ha hecho con frialdad y artificio.

No es que esté llegando un cisma, es que el cisma ya está aquí y lo protagonizan quienes se dicen amigos de Francisco.

Insisto: a Juan Pablo II y Benedicto XVI se les insultaba pero nadie se atrevía a manipularles.

En el Vaticano se ha creado una especie de consenso para modificar su magisterio.

Sí, Francisco ha cometido un gran error: el Sínodo de la Familia, pero eso no justifica la calumnia permanente

Y sí, Francisco ha cometido un gran error: el Sínodo de la Familia. De la resolución en falso del apestoso Sínodo se deriva la palabra clave del actual Magisterio: confusión, confusión total y global, problema grave que no tengo la menor intención de minusvalorar: es confusión a lo grande. Ahora bien, eso no justifica la calumnia permanente donde cada ‘amigo’ de Francisco asegura hablar en su nombre y cada enemigo de Francisco asegura ser el portavoz de la verdadera Iglesia.

Pero no caigamos en la trampa. Este es el Papa que el Espíritu Santo dispuso para nuestros confusos días. Y mejor que dure en la silla de Pedro. Él, no la confusión.