A unos pocos meses de que se cumpla el primer aniversario de la fusión Unicaja-Liberbank, la entidad presidida por Manuel Azuaga con Manuel Menéndez como Ceo presenta este miércoles su cuenta de resultados, cerrada a finales del primer trimestre y lo hace dentro de un contexto económico/político que enlaza el final de la pandemia con el conflicto bélico que para la entidad parece justificar los pobres resultados presentados hoy.

Empezaremos por ver que el resultado neto obtenido en este primer trimestre ha sido de 60 millones de euros (M€), un 8,5% inferior al del mismo periodo del 2021, en el que registró 92M€ por provisiones y deterioros frente a los 78M€ del presente. El margen de intereses (235M€), un 15,2% inferior al del pasado ejercicio, continúa viéndose afectado por los bajos tipos dentro del espacio UE, a pesar de que la inversión crediticia creció en este trimestre un 1,6% hasta los 53.260M€, donde las hipotecas a particulares son el 59% del total.

Los incrementos de las comisiones netas en un 14,3% han podido mantener un margen bruto de 382M€, un 8,7% inferior al del pasado ejercicio. La tendencia que ya vimos ayer en un grande como el Santander en el incremento en las comisiones cobradas por cobros y pagos, en Unicaja han supuesto 75M€ (+14,2%), mientras que las percibidas por servicios de valores y no bancarios ascienden a 61M€, un 15,7% de incremento interanual. El resto de las partidas del margen son prácticamente irrelevantes a excepción de los 10M€ del ROF.

Unicaja tiene además pendiente una asignatura a la que podría llegar tarde, que es la digitalización paralela al cierre de oficinas y reducciones de plantilla, que podrían significar una desatención de una importante cantidad de su antes importante clientela minorista

El otro pilar del mantenimiento de la cuenta de resultados está siendo la rebaja en los gastos de administración, más concretamente en los de personal que se reducen en 16M€ (-11,1%) como consecuencia de los ajustes de plantilla acordados y que a finales de marzo han supuesto el 27% de las acordadas en el ERE firmado tras la fusión para 1.513 trabajadores y que llegará hasta diciembre del 2024. Los empleados al cierre de marzo ascienden a 8.799 que son 966 menos que el mismo periodo de 2021 con cierres de 227 oficinas en el mismo periodo, de las 395 previstas.

Unicaja ha dotado durante este primer trimestre 51M€ frente a los 77M€ del mismo periodo de 2021 por los deterioros de créditos dudosos que presentan un saldo actual 1.959M€, un 1,3% menos interanual, lo que supone un ratio de mora del 3,5%, el mismo del pasado ejercicio y un 0,5% inferior al de la media del sector. El nivel de cobertura de estos riesgos asciende al 68,3%. Preocupante es que la cobertura del riesgo en vigilancia especial que supone el 6,3% del total, mantenga un nivel de cobertura del 9,2%. Tal como indican, es “de los más altos del sector”. Veremos también cómo evolucionan los riesgos garantizados por el ICO que suponen el 16% del riesgo vivo y que en la mayoría de los casos la moratoria concedida vence entre abril y junio.

Con estos resultados le va a resultar difícil mantener un RoTE del 3,8% actual (+1,5 interanual) o mejorar el de eficiencia que se encuentra en un 57,2%, sobre todo si los tipos de interés continúan en los niveles actuales, especialmente por su implantación exclusivamente nacional. Las comisiones, que suponen el 48% de los ingresos por intereses, no le resultaran suficientes para mantener un margen cada vez más ajustado o un incremento de riesgos irregulares tras las moratorias de los créditos garantizados por el ICO. Además, tiene pendiente una asignatura a la que podría llegar tarde, que es la digitalización paralela al cierre de oficinas y reducciones de plantilla, que podrían significar una desatención de una importante cantidad de su antes importante clientela minorista.