Tropiezo para Abengoa, que deberá pagar 5,08 millones de euros a España, por el laudo en el que le reclamaba 1.180 millones tras la reducción de las primas a las renovables (la cual empezó el ministro socialista Miguel Sebastián y aumentó el ministro  popular José Manuel Soria después ante el desastre de ZP, que disparó el déficit de tarifa a casi 30.000 millones y que aún a día de hoy seguimos pagando).

Ahora el Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo se ha declarado incompetente en el caso de Abengoa. De hecho, ha considerado que le faltaba legitimidad activa y no ha entrado a analizarlo, porque a pesar de que Abengoa pudo haber usado distintos vehículos, era el origen último de la inversión, por lo que no se puede considerar un inversor extranjero.

Al hilo de esto conviene recordar la carísima factura de las renovables para los españoles, donde se va obteniendo alguna victoria (por ejemplo, ante BlackRock). Por ahora, el balance de laudos por el recorte de las primas a las renovables va bien: los fondos reclamaban más de 8.000 millones a España, pero sólo en un 20-40% de los casos, las autoridades o tribunales de arbitraje les han dado la razón en la cantidad de dinero pedido. Eso sí, conviene recordar que muchos de estos laudos sólo han tenido su fase declarativa (donde se les ha reconocido o negado derechos) pero aún les quedaría la fase ejecutiva (en la que se imponen obligaciones, es decir, donde se indica lo que se debe pagar) y aunque alguno ya ha alcanzado esta última, aún no se ha dictado que nuestro país pagara ya… por lo que aún no ha soltado dinero… y por supuesto, en el balance total, parece que este será muy inferior a lo que los fondos de inversión reclamaban en un principio.  

Y por cierto, la decisión de Estocolmo ha llegado coincidiendo con la Junta de Accionistas de Abengoa. En esta cita se ha ratificado a Clemente Fernández como presidente y a Alfonso Murat como consejero, pero se ha rechazado el nombramiento de Cristina Vidal como consejera. Además, los accionistas aprobaron en un 70% el resultado contable del ejercio de 2019 (pérdidas de 487 millones y un pasivo que excedía al corriente en 649 millones).