Telefónica Hispanoamérica ha vendido Telefónica Móviles del Uruguay a la empresa Millicom, en concreto a una SL, Millicom Spain, por 390 millones de euros (ver comunicado al final).

El propio presidente de la operadora Española, Marc Murtra, ha recordado que la idea es abandonar Iberoamérica para centrarse en Europa. Ya ha vendido Argentina, Perú -en suspensión de pagos- va a vender Colombia y cierra Uruguay Móviles. Curiosamente, permanece y amplía capital en el país más 'difícil' del continente: la Venezuela de Maduro. Pero es que Rodríguez Zapatero defensor de los chavistas y representante de la china Huawei, quien ha recuperado su protagonismo en Telefónica, se niega a que Telefónica venda Venezuela.

Todo con la excepción de Brasil, claro está. Ahora bien, el problema es que Brasil, como isla en el continente americano, no puede ser la alternativa de futuro de Telefónica, no sólo por el valor del real, sino porque es un país con mucho futuro pero que necesita mucha inversión.

A pesar de los imprevisibles saltos tecnológicos, en el sector telecos todo el mundo quiere crecer y nadie quiere menguar... menos, al parecer, Telefónica

¡Qué error, qué inmenso error! Telefónica está malvendiendo su 'multinacionalidad' y, encima, con repercusiones contables negativas, que condicionarán los resultados del ejercicio 2025, por ahora, en pérdidas.

En cualquier caso, marcharse ahora de Hispanoamérica, justo cuando el subcontinente empieza a despegar, no parece una táctica muy inteligente.

Más: Murtra aseguró el pasado miércoles que vende Hispanoamérica para crecer en Europa, pero señores, en Europa Telefónica tiene que arreglar primero, la incertidumbre en Reino Unido y Alemania. Además, cuidado con la consolidación europea. Primero porque nunca llega y segundo porque Deutsche Telekom no es una oportunidad, es un peligro: la empresa alemana es mala pero su filial norteamericana es un cañón... y si se va a un proceso de concentración, no hablaremos de fusión sino de absorción... de la española por la alemana.

Hispanoamérica ha dado muchos problemas ciertamente pero es lo que ha convertido a Telefónica en una multinacional. No debería retirarse con tanta premura, sobre todo cuando no se vislumbra una alternativa. Y si esa alternativa no surge, entonces estaremos jibarizando Telefónica, sólo eso.

A todo esto, la figura más curiosa en todo este proceso sigue siendo la de Laura Abasolo, responsable de Hispanoamérica y ahora vendedora precipitada de todos los activos en la zona. Disminuida su función financiera, cuando termine de vender Hispanoamérica, ¿qué le quedará por hacer?

Encima, el comprador es Millicom, un grupo anónimo, con sede en el paraíso fiscal de Luxemburgo que, como ocurre con Digi, nadie sabe exactamente quién está detrás

Y todo ello sin citar el carácter estratégico de las telecomunicaciones en el mundo actual, un sector donde, a pesar de las dificultades que provocan los continuos e imprevisibles saltos tecnológicos, capaces de destrozar el más brillante plan estratégico de años en cuestión de días, todo el mundo quiere crecer y nadie quiere menguar... menos, al parecer, la operadora de bandera española.

Otrosí: Telefónica Hispanoamérica, un gigante en todo el mundo hispano, puede acabar en manos del grupo como el comprador de Uruguay Móviles, Millicom, un grupo anónimo, con sede en el paraíso fiscal de Luxemburgo que, como ocurre con Digi, nadie sabe exactamente quién está detrás. Mala cosa el anonimato, sobre todo para el mundo hispano.

Pero estas ventas provocarán un subidón bursátil: ¿duradero?