El pasado jueves, sin despeinarse, Marc Murtra, presidente de Telefónica, aseguraba que "cuanto más importante es una empresa, más importante son sus trabajadores". Pues no sé yo, debe considerar que Telefónica es poco importante porque va a despedir a más de 6.000, con la pregunta de siempre: si se va a librar de la tercera parte de la plantilla, ¿qué puñetas hacía antes esa plantilla? 

Ya hemos dicho que el problema de Murtra es que está reduciendo gastos pero no se ve el necesario aumento de ingresos por ninguna parte. Esta liquidando Hispanoamérica, que sí, era poco rentable pero constituía el perímetro, ya histórico, de la compañía. Ahora la operadora tiene la misma deuda pero con distinto perímetro y, el temor de que se le rebaje el riesgo es muy claro. Insisto, al mercado, que no tiene piedad, le gusta que se reduzcan los gastos, le gustan los ERES pero no es tonto; exige que mejoren los ingresos y esa mejora no se ve por ningún lado. Murtra habla de rearme tecnológico y mezcla la actividad de ciberseguridad más que de ciberdefensa. Eso está muy bien, pero parece un plan para Indra, más que para Telefónica... decíamos ayer.

El 18 de enero, día en que Marc Murtra, procedente de Indra, fue nombrado pro el Gobierno presidente de Telefónica, la acción de la operadora cotizaba a 3,8 euros. Tras el "efecto Murtra", hoy cotiza a 3,7... mientras el IBEX ha subido casi el 40% en lo que va de año. Y aún más peligroso es que, dede que se hizo público el plan estratégico, la acción se haya derrumbado un 20%.

Por el momento, los pasos que ha dado han consistido en jibarizar la compañía pero, encima, podía haberse jibarizado el sueldo a medida... y no lo ha hecho.

Veamos: José María Álvarez Pallete, su antecesor, cobró, en 2024, 9,6 millones de euros. Murtra cobrará lo mismo que Pallete,  que no deja de ser unas siete veces de lo que cobraba como presidente de Indra. 1,9 millones de fijo, retribución variable a corto plazo que alcanzó los 6,7, más el variable a largo plazo con lo que se rozó los 10,2 millones de euros.

La broma está en los dos variables: les dicen a corto y a largo, pero el variable a largo también se cobra a corto, todos los años, y unos de los parámetros es la evolución de la acción. 

Pallete cobró en 2024, 9,6 millones de euros. Murtra cobrará lo mismo, 1,9 millones de fijo, retribución variable a corto plazo que alcanzó los 6,7 y el variable a largo plazo con lo que se rozó los 10,2 millones de euros

Dicho de otra forma, es posible que en este año negro de 2025 y a la evolución de la acción, Murtra no cobre el segundo variable pero los seis millones de euros los tiene asegurados. Seguramente a los 6.000 afectados por el ERE no les va a gustar. Y en Moncloa piden mucha discreción, es decir, mucho engaño, a la hora de cobrar unos directivos que, bajo mandato socialista, con el señor Sánchez controlando la empresa, han reducido el dividendo de las matildes, el dividendo empresarial más popular de España, a la mitad, ha despedido a la tercer aparte de la plantilla y está malvendiendo el patrimonio de la empresa. 

Y si no fuera porque Sánchez está contra las cuerdas por la corrupción, posiblemente ya habría entendido los requerimientos de su amigo, Carlos Ocaña, vicepresidente de la compañía, que pretende ascender a la presidencia. 

Y no esperen una corrección interna. Porque las condiciones de evolución del salario del presidente son las mismas que las del Consejo de Dirección formado por 13 ejecutivos. Ahí encontrará un público que aplaudirá a Murtra si mantiene sus retribuciones a pesar de despedir a 6.000 trabajadores. A fin de cuentas, Telefónica se ha convertido en una empresa de Sánchez, y los sindicatos CCOO y UGT tienen gran interés en que Sánchez permanezca en Moncloa por los siglos. Todos sus privilegios, que son muchos, dependen de esa permanencia. 

Telefónica se jibariza pero el salario de su presidente no. Otrosí: el 18 de enero en que Murtra tomó el poder la acción de Telefónica cotizaba a 3,8 euros. Tras el "efecto Murtra", hoy cotiza a 3,7 mientras el IBEX ha subido casi el 40% en lo que va de año. Y desde que se hizo público el plan estratégico, la acción se ha derrumbado un 20%.

Y cuidado, porque Murta no ha nombrado a su equipo: se lo han impuesto, empezando por su CEO, Emilio Gayo. Y el caso es que necesita un cambio de rumbo.