Subway atrae el apetito multimillonario de los fondos de inversión. A la puja por la cadena de restaurantes de comida rápida, especializada en bocadillos y sándwiches (en especial el de estilo submarino, que se sirve en baguette u otro pan francés) han acudido los fondos Roark Capital, Advent International, Bain Capital (dueño del fabricante de motores aéreos ITP, del que acaba de vender un 9,5% a Indra), TPG, TDR Capital, Sycamore y la gestora de activos de Goldman Sachs, entre otros. Y parece que el primero podría hacerse por el festín a cambio de unos 8.825 millones de euros, según informa The Wall Street Journal, y cabe destacar que Roark tiene experiencia en el segmento de bocadillos al ser dueño de las cadenas Arby’s y Jimmy John’s.

La compraventa multimillonaria podría cerrarse esta semana, pero aún podría llegar una oferta conjunta de los fondos TDR y Sycamore, que no se dan por vencidos. Subway es un plato apetecible al contar con más de 40.000 establecimientos en todo el mundo (más de 20.800 en EEUU) que operan bajo el régimen de franquicia y permiten una facturación anual de unos 9.000 millones de euros. En los últimos años, incluyendo el Covid y sus consecuencias, ha realizado bastantes cierres en EEUU, pero también ha firmado 15 acuerdos con franquiciados internacionales, con el objetivo de abrir unos 9.000 restaurantes (de estos, casi 4.000 en China) durante las dos próximas décadas. En España, cuenta con unos 40 restaurantes

Subway es un plato apetecible al contar con más de 40.000 establecimientos en todo el mundo (más de 20.800 en EEUU) que operan bajo el régimen de franquicia y permiten una facturación anual de unos 9.000 millones de euros

Subway surgió en 1965, de la mano de Fred DeLuca: a sus 17 años le pidió prestados 1.000 dólares a un amigo de su familia, Peter Buck, para poner en marcha un establecimiento de sándwiches en Bridgeport (Connecticut) que le permitiera ganar dinero para costearse sus estudios universitarios de medicina. Las dos primeras tiendas no tuvieron gran éxito, pero DeLuca perseveró y amplió el negocio a 30, optando por el modelo de franquicia en 1974, según Wikipedia, y al final no sólo alcanzó el éxito sino que cumplió su sueño de ir a la universidad y graduarse. Por cierto, Buck llegó a Doctor en Física y trabajó como físico nuclear en General Electric y en United Nuclear, y terminó la carrera de ingeniería en Nuclear Energy Services, recoge también Wikipedia. 

Desde hace décadas, Subway ha engordado las fortunas de las familias DeLuca y Buck, incluyendo medidas que tomaron para proteger y minimizar su riqueza de cara a una venta, como ha revelado Forbes. Asimismo, este medio destaca que dicha cadena de restaurantes de comida rápida cobra a los franquiciados una regalía del 8% sobre las ventas brutas, una de las tasas más altas de la industria (donde la media suele ser del 5-6%), según el experto en franquicias John Gordon de Pacific Management Consulting Group, y a la que se suma un aporte adicional del 4,5% de los ingresos por su tarifa de publicidad. A este respecto, Forbes destaca que McDonald’s cobra a los franquiciados una tarifa de regalías del 4% y una tarifa de publicidad del 4%; mientras las de Burger King son de un 4,5% y un 4%, respectivamente.

Forbes señala que David Slenn, experto en derecho fiscal y sucesorio del bufete de abogados Akerman, explicó que si Buck no hubiera donado su participación en Subway a una organización benéfica, su patrimonio tendría que pagar un impuesto del 40% sobre el «valor justo de mercado» del activo

Subway ha engordado las fortunas de ambas familias durante años, hasta ahora, pues se va a producir su venta. DeLuca falleció en septiembre de 2015 a causa de una leucemia y tiene un hijo, mientras que Buck murió el 18 de noviembre de 2021 a los 90 años y dejó instrucciones en su testamento para donar su 50% del capital de Subway a la fundación benéfica que fundó en 199 junto a su segunda esposa, Peter y Carmen Lucia Buck (PCLB). Este gesto tiene poco de filantrópico, según Forbes, porque David Slenn, experto en derecho fiscal y sucesorio del bufete de abogados Akerman, explicó que si Buck no hubiera donado su participación en Subway a una organización benéfica, su patrimonio tendría que pagar un impuesto del 40% sobre el «valor justo de mercado» del activo. Peter Buck tuvo cuatro hijos (Christopher, Kenneth y Cynthia, de su matrimonio con Haydee Piñero, el cual acabó en divorcio; y William de su matrimonio con Carmen Lucia Passagem, quien falleció en 2003), pero dos murieron antes que él y hoy sólo viven Christopher y William, que tienen asientos en el directorio de la fundación de PCLB.

Por su parte, el posible comprador de Subway, Roark Capital, es un fondo de inversión que fundó en 2001 su actual socio director, Neal K. Aronson. Tiene su sede en Atlanta (Georgia) y cuenta con más de 33.000 millones de dólares en activos bajo gestión, entre ellos hay varias franquicias de restaurantes y alimentación: las cadenas de bocadillos Arby’s y Jimmy John’s, las marcas de helados Baskin-Robbins y Carvel, y el proveedor de pretzels Auntie Anne’s. Además, tiene inversiones en los sectores de salud y bienestar, y servicios empresariales; y junto a Aronson, en la toma de decisiones juegan un gran papel su presidente, Paul D. Ginsberg, y el director de inversiones, Erik O. Morris