Repsol ha publicado de buena mañana sus resultados a nivel consolidado del primer semestre, un periodo en el que nos menciona en su presentación que ha duplicado su resultado neto respecto al primer semestre de 2021, destacando su sólido desempeño en un escenario muy volátil. Veamos si es verdad lo del sólido desempeño, porque lo del escenario volátil es evidente en un período en el que la inflación se ha disparado y no para de haber noticias negativas sobre el precio del gas. Bueno, al menos el Gobierno Sánchez nos ‘ayuda’ en un irrisorio porcentaje cuando llenamos el depósito de gasolina, que después complementan muchas petroleras. 

No traemos buenas noticias respecto a la evolución del precio de la acción del grupo respecto al día 27. El grupo lleva sin levantar cabeza cuando alcanzó su máximo en 52 semanas de 16,23 euros hace no mucho. La cotización seguía una senda alcista desde el 22 de julio pero este jueves, desgraciadamente para el accionista, la misma se ha visto truncada,... parece que el mercado esperaba más de los resultados. La situación en bolsa del grupo ha disminuido intradía por debajo del Ibex 35: el precio de su acción se ha situado en el momento de la realización de este artículo en 11,87 euros (€), lo que supone un decremento en términos absolutos de 0,64€ y de un 5,17% en términos relativos, respecto al cierre de la sesión del día 27; pero después ha relajado la caída por debajo del 4%, aunque expectante ante las nuevas noticias que han llegado sobre el nuevo impuesto a las energéticas que planea el Gobierno Sánchez y quiere gravar el 1,2% de las ventas energéticas. Eso sí, al cierre de la sesión bursátil, la caída ha sido del 4,87%, frente a un Ibex que ha descendido un 0,49%.

La directiva argentina María Victoria Zingoni se va de Repsol para iniciar una nueva etapa profesional fuera de España, aunque en su día llegó a ser la mejor candidata a futura CEO y empezó a emerger con fuerza hace casi cuatro años

Buenos resultados, aunque sin aplauso bursátil, a los que hay que añadir que la revolución tranquila ha llegado también al Comité Ejecutivo con varios “cambios organizativos para la nueva etapa de crecimiento y transformación”, como ha anunciado el grupo que preside Antonio Brufau y tiene como CEO a Josu Jon Imaz, que serán efectivos a partir del próximo 1 de septiembre. El más relevante ha sido la marcha de María Victoria Zingoni, que se va de Repsol para iniciar una nueva etapa profesional fuera de España, aunque llegó a ser la mejor candidata a futura CEO y empezó a emerger con fuerza hace casi cuatro años. Las responsabilidades de esta directiva argentina en el negocio de Cliente (que agrupa Movilidad, GLP, Lubricantes, Asfaltos y Especialidades, Electricidad y Gas Minorista, Soluciones Energéticas y Movilidad Eléctrica), que al final sí dirigió, pasan a Valero Marín, director corporativo de Digitalización y Servicios Globales; y la gestión del negocio de Renovables y Generación Baja en Carbono pasa a manos de João Costeira, que es el actual director ejecutivo de Generación Baja en Carbono.

João Costeira, actual director ejecutivo de Generación Baja en Carbono de Repsol, y Roberto Cibeira, CEO de Pontegadea

 

En el área de Cliente, Repsol ha destacado que ha puesto en marcha medidas para aliviar el esfuerzo económico de los consumidores: no sólo ha contribuido en la bonificación de 20 céntimos del Gobierno, sino que la ha ampliado y con más ventajas para los usuarios de Waylet, su aplicación de pago y fidelización. Unas ofertas a la hora de repostar que han supuesto más de 150M€ de euros de ahorro para los clientes, pero han influido en que el resultado de las estaciones de servicio de España no diera beneficios en el segundo trimestre. También ha intentado paliar el contexto de precios altos del mercado de minorista de electricidad y gas, negocio donde tiene 1,5 millones de clientes y ha presentado pérdidas, y en el que ocupa el quinto puesto en España (tras Endesa, Iberdrola, Naturgy y TotalEnergies), y ahora busca crecer en Portugal. Y respecto al negocio de Renovables y Generación Baja en Carbono, sigue mejorando y creciendo, al tiempo que ha vendido el 25% del negocio de renovables y continúa sumando socios: Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega -quien tiene atracción por la energía-, invierte 27M€ para hacerse con el 49% del activo fotovoltaico Kappa, situado en Manzanares (Ciudad Real), y es la segunda operación de este tipo que hace con Repsol, pues el pasado noviembre compró el 49% del parque eólico Delta. En la imagen de la izquierda se puede ver a João Costeira y a Roberto Cibeira, CEO de Pontegadea, reflejando la firma de dicho acuerdo entre ambas compañías. 

En el negocio minorista de electricidad y gas tiene 1,5 millones de clientes, ocupando el quinto puesto en España (tras Endesa, Iberdrola, Naturgy y TotalEnergies), y ahora busca crecer en Portugal. Y en renovables, tras vender el 25%, sigue sumando socios: Pontegadea compra el 49% del activo fotovoltaico Kappa

Tomás García Blanco, quien tuvo un gran papel en Argentina y en el descubrimiento del yacimiento de Vaca Muerta, asciende a adjunto al CEO para Proyectos Especiales, desde la dirección del negocio de Upstream (exploración y producción), que pasa a manos de Francisco Gea, hasta ahora director de M&A (Fusiones y Adquisiciones) y que ya tiene experiencia en upstream al haber sido director de varias operaciones. Por su parte, el director general de Transición Energética, Tecnología y Adjunto al CEO, Luis Cabra, asumirá también las responsabilidades de Digitalización y Ciberseguridad; y el director general económico-financiero (CFO), Antonio Lorenzo, se encargará también de Servicios Globales y Compras.

Unos cambios basados en directivos de la casa con amplia experiencia y conocimiento del sector energético y el entorno. Así, el Comité Ejecutivo queda compuesto por: Imaz; Cabra; Lorenzo; Marín; Gea; Costeira; Miguel Klingenberg, director general de Asuntos Legales; Juan Abascal, director general de Transformación Industrial y Economía Circular; y Carmen Muñoz, directora general de Personas y Organización.

Tomás García Blanco, quien tuvo un gran papel en Argentina y en el descubrimiento del yacimiento de Vaca Muerta, y es cercano a Brufau y a Imaz, asciende a adjunto al CEO para Proyectos Especiales, y deja el negocio de 'Upstream' en Francisco Gea, hasta ahora director de M&A (Fusiones y Adquisiciones) 

El resultado neto de la compañía multienergética hasta el cierre del segundo trimestre ha alcanzado los 2.539 millones de euros (M€), cifra superior en 1.304M€ a la del primer semestre de 2021, lo que significa un incremento porcentual entre períodos del 105,6%. Un aumento muy importante en términos relativos, pero más relevante aún ha sido el incremento del resultado neto ajustado, el cual incluye partidas como efectos patrimoniales y resultado específico. El resultado neto ajustado ha aumentado en 2.218 M€, lo que supone un 231,3% más.

Si recuerdan, al igual que ocurrió en los análisis de las cifras del grupo entre 2020 y 2021, el resultado neto del primer semestre de 2022 ha venido afectado principalmente por un reconocimiento positivo en la partida de efecto patrimonial de 1.206M€ y, por un reconocimiento negativo en la partida de resultado específico de -1.844M€, ambas partidas excepcionales. Por ello, a efectos comparativos entre el primer semestre de 2021 y el primer semestre de 2022 hemos utilizado como referencia el resultado neto ajustado del grupo a efectos de no enturbiar nuestro análisis con partidas extraordinarias.

El resultado neto ha alcanzado los 2.539M€, tras crecer en 1.304M€ (+105,6%); pero mucho más relevante ha sido el resultado neto ajustado, que ha subido en 2.218 M€, un 231,3% más

 

cuenta cifras semestrales de Repsol

Teniendo en cuenta lo antedicho, veamos pues a qué se debe principalmente el incremento en términos interanuales del resultado ajustado. La capacidad de generar recursos del grupo, medida a través del indicador Ebitda, denota el buen hacer en la gestión de sus gastos de explotación en el período. En concreto, Repsol ha obtenido un Ebitda durante los seis primeros meses de 2022 de 6.358M€, un 114,8% superior al del hace un año. El principal incremento entre períodos se debe al buen hacer del grupo en sus negocios de exploración y producción e industrial, en los que el Ebitda ha experimentado unos incrementos muy importantes en términos relativos.

Disminuye su caja, pero no es malo, porque ha generado un mayor flujo de caja de las operaciones, ha elevado inversiones y ha hecho una importante amortización de deuda

Finalmente, toca tratar de manera breve la capacidad de generar liquidez del grupo, analizada a través del estado de flujos de efectivo ajustado. El grupo, a diferencia de lo que ocurrió en el primer trimestre, ha disminuido su caja -efectivo y equivalentes al efectivo- a cierre del primer semestre de 2022 respecto al cierre del mismo periodo de 2021. El efectivo de Repsol ha pasado de 5.247M€ a 4.726M€, lo que supone un decremento en términos absolutos de 521M€ y en términos relativos del 9,92%. Que un grupo aumente o disminuya su caja entre períodos no quiere decir que sea bueno o malo por sí mismo, lo importante es el detalle de dónde viene esa caja y a qué se dedica. El grupo, hasta el cierre del primer semestre de 2022 ha originado un flujo de caja de las operaciones muy superior al generado hasta el primer semestre de 2021, pasando de 1.932M€ a 2.930M€. De igual manera que en el primer semestre de 2021, en este período ha seguido aumentando sus inversiones, pasando de 977M€ a 1.454M€, que sumado a la amortización de financiación en el período (superior en 2.158M€ a la de hace un año), ha provocado principalmente que en el primer semestre de 2022, el grupo haya obtenido un descenso de su caja respecto al inicio del período. Teniendo todo en cuenta, la mayor caja a cierre del primer semestre de 2021 respecto al mismo periodo de este año se debe principalmente a la importante amortización de deuda que se ha hecho durante este último período. De hecho, la deuda neta ha cerrado el primer semestre en 5.031M€, inferior en 869M€ a la que registrada al cierre del primer trimestre.  

Conclusión: el resultado de Repsol del primer semestre de este año, tanto ajustado como no ajustado, sigue en su evolución positiva particular desde el inicio 2021. Sin embargo, el grupo ha disminuido su caja de manera comparativa, ya que si bien ha aumentado su flujo de caja operativo, el mismo ha realizado importantes amortizaciones de deuda, lo que vemos con buenos ojos.

Imaz niega que Repsol reciba los llamados beneficios caídos del cielo y subraya: “Nuestra prioridad tiene que ser estar cerca de nuestros clientes y los gobiernos tienen que decidir lo que prefieren: si recaudar impuestos para obtener dinero o estar cerca de los clientes para estar cerca de la sociedad”

Por último, destacar que en la conferencia con analistas, Imaz, al igual que anteriormente han hecho Ignacio S. Galán (Iberdrola) y José Bogas (Endesa), ha negado que Repsol reciba los llamados beneficios caídos del cielo por el actual contexto de precios altos de la energía. Asimismo, ha señalado que hará “todo lo posible” para luchar contra cualquier iniciativa “arbitraria”, en alusión al nuevo impuesto para las energéticas que quiere aplicar el Gobierno, y ha defendido que la compañía opera en un negocio “libre, abierto y no regulado”, donde las decisiones de inversión a largo plazo se toman “en base a suposiciones” sujetas “a una enorme volatilidad y riesgo”, por lo que considera que no se puede hablar de beneficios caídos del cielo en unos negocios que no están regulados y que son “cíclicos” y ha explicado que “cuando una actividad está regulada, por ejemplo, una eléctrica, el regulador intenta acomodar el interés del productor con el del consumidor. Si hay una disrupción, como estamos experimentando hoy, que impacta en el interés de una de las partes, tiene sentido que los reguladores intervengan. Pero no tiene sentido en un mercado abierto, no regulado”. En esto último se puede ver no sólo una respuesta al Gobierno, sino también a Galán que refirió que “hasta donde yo sé, las compañías energéticas que están aumentando sus beneficios en Europa son las gasistas y las petroleras, no las eléctricas integradas”. Pero Imaz no ha ocultado su cabreo con el Ejecutivo por el nuevo tributo: “cuando los precios caen, los resultados caen, y las compañías no son compensadas. Nuestra industria de refino perdió cientos de millones de euros en 2020  y 2021 y no vi ningún gobierno hablando de apoyar estas pérdidas extraordinarias".

Respecto a una posible entrada de un socio en el negocio de Upstream, como ya ha sucedido en el de renovables, habrá que esperar: ante los rumores que apuntan al fondo estadounidense EIG, Imaz ha señalado a los analistas que no es algo que esté sobre la mesa, aunque se analiza “cualquier oportunidad” que se presente sobre cualquier activo.