Siemens no convence al mercado al mantener las previsiones de su presente ejercicio fiscal (el cual cerrará el próximo 30 de septiembre), pues su cotización baja un 2,7%. Además, mantiene el recorte de 6.000 empleos que anunció hace casi dos meses, pese a crecer en ingresos y beneficio, y sigue maltratando a España a través de Gamesa.

El gigante industrial alemán baja en bolsa este jueves, coincidiendo con la presentación de los resultados de su primer semestre fiscal (octubre a marzo). Los inversores parece que no se creen mucho las previsiones para el ejercicio ni tampoco que el impacto de los aranceles vaya a ser limitado.

Vayamos a los resultados. Los ingresos han crecido un 5,2%, a 38.110 millones de euros. Por negocios, el de tecnología médica (a través de SiemensHealthineers) ha aportado 11.391 millones (+7%); el de infraestructuras inteligentes, 11.030 millones (+11%); el digital, 8.336 millones (-8%); y el de movilidad, 6.156 millones (+11%). Los pedidos se han mantenido estables, situándose en 41.708 millones, en el primer semestre fiscal, a pesar del crecimiento del 10% en su segundo trimestre (enero a marzo), hasta 21.643 millones.

No todo es bueno en la cuenta de resultados, pues la deuda se ha disparado un 20%, pasando de 47.918 millones a 57.521 millones

Por su parte, el beneficio neto atribuido ha aumentado un 34,7%, hasta 5.956 millones. De esta cifra, 2.439 millones (+11%) han correspondido a su segundo trimestre fiscal (enero a marzo). “Hemos logrado otro trimestre de éxito, con un claro crecimiento de los pedidos, los ingresos y los beneficios netos. Nuestros clientes siguen confían en nuestra tecnología, y nuestra presencia mundial demuestra nuestra resistencia”, ha señalado Roland Busch, presidente y CEO de Siemens.

Sin embargo, no todo es bueno en la cuenta de resultados, pues la deuda se ha disparado un 20%. En concreto, ha pasado de 47.918 millones a 57.521 millones.

El gigante industrial alemán sigue maltratando a España, donde continúa recibiendo subvenciones públicas y contratos públicos, especialmente en Sanidad. Un maltrato que ahora se hace a través del fabricante de aerogeneradores Siemens Gamesa, antes español y ahora propiedad al 100% de su división energética, Siemens Energy.

Cabe recordar que el gigante industrial insiste en recortar 6.000 empleos y también ha realizado curiosas maniobras en los últimos años: el ‘esquema Villalonga’ (el que aplicara Juan Villalonga cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes vale más que el todo) y también el ‘método Enron’, transfiriendo partes de su participación en la división energética a su fondo de pensiones para controlar actualmente sólo el 17,1% de forma directa... y así verse menos salpicado por Gamesa, que continúa en pérdidas y las ha elevado entre octubre y marzo, y también insiste en los despidos. De hecho, se ha lanzado un plan de recolocación para los 70 afectados del ERE en la planta de Ágreda (Soria), donde el comité de empresa no está de acuerdo con los despidos y ha pedido a la dirección la retirada de la medida que afecta al 30% de la plantilla.