Siemens se ha visto lastrado por las sanciones a Rusia y ha decidido salir de dicho país, donde ha estado presente casi 170 años y actualmente empleaba a unas 3.000 personas, con “un proceso ordenado de liquidación de nuestras actividades comerciales industriales”, ha anunciado su presidente y CEO, Roland Busch. Y es que ha ganado la mitad en su segundo trimestre fiscal (enero a marzo) que hace un año, a pesar de que ha elevado ingresos y pedidos.

Después de que empezará la invasión rusa a Ucrania, Siemens decidió no asumir nuevos proyectos rusos y ahora da un paso más con el anuncio de la salida. Su beneficio neto se ha situado en 1.200 millones de euros entre enero y marzo, frente a los 2.400 millones que ganó hace un año (cuando aprovechó el impulso de 900 millones que obtuvo al vender el fabricante de cajas de cambios Flender), y ha asumido 600 millones en cargos y deterioros por el impacto de la situación bélica. Sin embargo, los ingresos han ascendido a 17.040 millones (+16%), gracias al fuerte incremento del área de tecnología médica (+38%) y otros menos elevados en el negocio digital (4.565 millones, un 13% más) y en el área de infraestructuras inteligentes (4.009 millones, un 13% más), mientras que en el negocio de movilidad facturó 2.136 millones, un 6% menos. Además, Siemens ha logrado disparar los pedidos un 32%, a 20.978 millones, entre enero y marzo.

Al gigante industrial alemán le ha pasado más factura Rusia, que los resultados decepcionantes de Siemens Energy, de la que controla el 40% y que se ha visto fuertemente afectada por culpa de la crisis de Siemens Gamesa

En el conjunto del primer semestre fiscal (octubre a marzo), Siemens ha ganado 2.677 millones, un 26,5% menos que hace un año, pese a mayores ingresos (33.537 millones, un 17% más) y mayores pedidos (45.188 millones, un 42% más), gracias al buen desempeño de su primer trimestre. Y por ello, ha confirmado los objetivos que se fijó para todo el año fiscal y espera facturar entre un 6% y un 6% más que en ejercicio 2021, además ha elevado el rango del pronóstico de ingresos en el área digital al 9-12%, y en el de infraestructuras inteligentes al 6-9%, mientras que en el negocio de movilidad ya no espera un aumento del 5% sino el mismo nivel que en anterior año fiscal.

A la vista de las cifras, al gigante industrial alemán le ha pasado más factura Rusia, tras la invasión de Ucrania y el inicio del conflicto y las sanciones internacionales, que los resultados decepcionantes de Siemens Energy, la escisión que concentra los negocios energéticos y de la que controla el 40% del capital. Y es que esta última se ha visto fuertemente afectada por culpa del fabricante de aerogeneradores -antes español y ahora alemán- Siemens Gamesa, que se mantiene en una gran crisis. No obstante, Roland Busch ha destacado el sólido desempeño operativo de Siemens en el segundo trimestre fiscal por “el aumento de los pedidos y los ingresos refleja nuevamente la confianza que nuestros clientes depositan en nosotros para respaldar la digitalización, la automatización y la sostenibilidad”, en un “entorno extremadamente desafiante”.