Carta de Alberto Núñez Feijóo a Pedro Sánchez: vamos a sentarnos para pactar un acuerdo de legislatura: yo gobierno, tú me apoyas y alejamos a los dos "extremos" del mantel: a los tuyos y a los míos.

Respuesta de Pedro Sánchez: no quiero hablar contigo ni tan siquiera que nos vean juntos. Como lo oyen: Sánchez no admite ni hablar con el ganador de las elecciones: sólo quiere negociar con Carlos Puigdemont, Gabriel Rufián, Arnaldo Otegui y Andoni Ortúzar, nuestros mejores ciudadanos.

El presidente en funciones habla de convertir la mayoría social en mayoría parlamentaria. Es decir, que identifica al votante del PSOE con el de Podemos, ERC o Bildu. Si se lo dice a alguno, a lo mejor se enfada

Además, amenaza al Rey Felipe VI. No hablará con el líder del PP, asegura, hasta que el monarca no decida quién forma gobierno. Eso significa que rechaza cualquier intento del Rey para lograr un pacto PP-PSOE y, a más a más, que preferiría que fuera él primero en ser llamado. Toda demora, por más que presuman en Ferraz, atenta contra el órdago que, sin poder alguno para ello, Pedro Sánchez ha dado por hecho; el presidente es él. 

Olvida, además, la falsa ecuación de que el Rey nomina primero al ganador o a quien tiene más posibilidades de formar gobierno. Primero, esa opción es falsa. El Rey puede decidir que intente formar gobierno quien le venga en gana, incluido al que suscribe esta crónica. Otra cosa es que luego ese quien le de la gana obtenga el apoyo parlamentario necesario. 

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En otra palabras, el Rey podría, ante la grave situación de España, al borde del precipicio, volver a plantease la operación Borrell, la que en su día le propuso Felipe González y nombrar a una figura política de relieve para que formara Gobierno. Sería legal y legítimo, dado que Sánchez pretende una alianza aún más fuerte que durante esta legislatura con todo el frentepopulismo: es decir, gobernar España con los enemigos de España: la descrita banda de los cuatro. El Equipo I, como se le conoce en las redes sociales al Frente Popular anti-español forjado en la mismísima Moncloa, sede del Gobierno de España. 

Es decir, ni al primer ni al segundo cabeza de lista, ni a Feijóo ni a Sánchez, a un tercero que aportara sensatez a la chifladura de Sánchez y a la cabezonería de Feijóo, que pretende pactar con el PSOE... que fue justamente lo que le destruyó su campaña electoral para el 23 de julio. 

La banda de los cautro

Hemos vuelto a las dos Españas, disfrazadas de España federal. El Frente Popular de izquierdas, liderado por Pedro Sánchez, contra una derecha desunida, en al que Feijóo negando a Vox e intentando que le escuche Sánchez

Por otra parte, el presidente en funciones habla de convertir la mayoría social en mayoría parlamentaria. Es decir, que está identificando al votante del PSOE con el de Podemos, ERC, Junts, PNV o Bildu. Si se lo dice a alguno de esos votantes, a lo mejor se enfada.

Hemos vuelto a las dos Españas, disfrazadas de España federal. El Frente Popular de izquierdas, liderado por Pedro Sánchez, contra una derecha desunida, en la que Feijóo sigue negando a Vox, su aliado natural, y rogando a un despectivo Sánchez que se avenga a razones.

La España Federal, aquí  y ahora, no es otra cosa que la desmembración de España, la España rota

Porque esa es otra, el apoyo de Junts, EC, Bildu y PNV no es gratis. Los unos quieren un referéndum de independencia legal, amnistía y derecho de autodeterminación. Los otros hablan de una España Federal, un término equívoco porque ya tenemos una España descentralizada pero no unos EEUU federales. La España Federal, aquí y ahora, no es otra cosa que la desmembración de España, la España rota. Eso lo saben hasta los moros. Bueno, esos mejor que nadie.

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