Nuevo revés para Teresa Ribera y su propuesta de reformar el pool eléctrico europeo. Varios reguladores -la Agencia para la Cooperación de Reguladores de la Energía (ACER) en la Unión Europea y la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA)- no han visto especulación en los derechos de emisión de CO2, como ha informado El Economista.

Conviene recordar que la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico lanzó en Europa la reforma del mercado mayorista, que después respaldaron el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. Sin embargo, diez países europeos rechazaron dicha propuesta.

ACER advirtió que la reforma del mercado mayorista europeo pone en peligro la seguridad del suministro y ESMA descarta la especulación

Es más, la semana pasada, la propia ACER advirtió de que con dicha reforma “corren el riesgo de poner en peligro la seguridad del suministro a medio y potencialmente también a corto plazo”. Sin embargo, no se pronunció respecto al debate sobre posibles comportamientos manipuladores en el mercado de los derechos de emisión y señaló que queda fuera de Remit (Reglamento europeo sobre la integridad y la transparencia del mercado mayorista de energía) y no entraba dentro de su mandato. Ahora el regulador bursátil europeo (la ESMA) descarta la especulación señalando que el desglose de las posiciones abiertas entre las distintas categorías de contrapartes que mantienen una posición en futuros de derechos no parece haber cambiado significativamente desde 2018.

Estos dos organismos así lo han recogido en su informe preliminar sobre el funcionamiento del mercado del carbono (el definitivo lo hará a principios de 2022), que han enviado a Bruselas para que se puedan analizar en el Consejo Europeo de diciembre, donde se debatirán las causas de la fuerte escalada del precio de la luz. No hay que olvidar que este se ha disparado por culpa del gas más que de los derechos de emisión del CO2, por mucho que España aludiera a la necesidad de afrontar la especulación para defender su propuesta de reformar el mercado mayorista. 

La central térmica de As Pontes ha comenzado a quemar carbón para producir electricidad, Ribera insiste en cerrar las nucleares y el panorama renovable se complica ¡por cuestiones administrativas!

Y por si todo esto no bastara, Ribera tiene que afrontar que la central térmica de As Pontes ha comenzado a quemar carbón para producir electricidad, pues aún no ha recibido la autorización para su cierre y debe estar lista para operar. Mientras insiste en el plan de cierre de las nucleares, cuando en muchos países se apuesta por relanzar esta energía (por ejemplo, Francia o Reino Unido). Además, a la gran entusiasta de los molinillos y las placas solares se la complica el panorama renovable y de inversiones en este campo por cuestiones administrativas: están en el aire cerca de 40.000 millones de euros en proyectos renovables de unos 60.000 MW que podrían perder sus permisos de acceso y conexión a la red eléctrica si el Gobierno no lo soluciona, según El Economista.