Han tenido ustedes cumplida información del seminario de la Aplicación de Periodistas de información Económica (APIE), celebrado esta pasada semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Pablo Ferrer les ha dado cuenta de todo ello. Y como él dice: este ha sido el Seminario de la remuneración de los depósitos bancarios

Hartitos como están los banqueros de la hipocresía de Pedro Sánchez, el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, y el CEO del Sabadell, César González-Bueno, se enfrentaron directamente con Nadia Calviño cuando la señora vicepresidenta exigía la subida de depósitos y le advertían que no era ella quién para decirles cuándo deberían remunerar los depósitos.

Ella menos que nadie, ciertamente, pero mucho me temo, señores, que, por una sola vez y sin que sirva de precedente, Calviño tenía razón.

Tareas pendientes de la banca: dejar de reducir costes y depender menos del Banco Central Europeo, digitalizarse a lo largo de una generación, no vivir tan pendientes de la cotización. Porque el reto es que sea el BCE quien les haga desaparecer

Si los tipos suben y el crédito se encarece, también el depositante debe cobrar por su dinero, que ya ha empezado a valer algo de nuevo

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernandez de Cos, que se autoexcluyó como futuro ministro de Economía de Alberto Núñez Feijóo, aseguró, además, que la banca mediana tendrá problemas en un futuro, en cuanto bajen los tipos, para sobrevivir. Con todo respeto, servidor piensa que es justamente al revés. La banca mediana es más solvente y rentable que la grande, lo que ocurre es que la regulación está hecha para los grandes y me temo que en parte está hecho por los grandes. Esto es cuando se dice que las cajas de ahorros cayeron por su politización. Hombre, la politización no ayuda, pero lo que hizo caer a las cajas de ahorros fue la moda de medir la solvencia de un banco según su tamaño. Cuanto más grande mejor porque así será "demasiado grande para caer". Es decir, que si caen los salvará el erario público.

Obligaron a las cajas de ahorros a adquirir capital que no necesitaban a unos precios muy superiores a los de bancos-sociedades anónimas... y vino el desastre.

Lo mejor: dejar de cotizar en el mercado y asumir el primer mandamiento: un banco grande no es un banco mejor que uno pequeño, sino peor

Sí, los bancos tienen que remunerar los depósitos porque es de justicia. Si cobran más por los créditos, deben pagar más por los depósitos. Ahora bien, no es su única tarea pendiente. Los bancos también tienen que dejar de obsesionarse con la reducción de costes, depender menos del Banco Central Europeo, digitalizarse a lo largo de una generación, de forma natural y no vivir tan pendientes de la cotización. Porque el reto es que el BCE les haga desaparecer. Sí, toda la banca privada.

De hecho, lo ideal para un banco es dejar de cotizar en el mercado, bursátil, que vuelvan las cajas de ahorros. Entre otras cosas, porque un banco grande no es un banco mejor que uno pequeño, sino peor. Un banco grande, como todo lo grande, es sencillamente ingobernable.

Que regresen las cajas de ahorros. Es mentira que ellas provocaran la crisis, y eran entidades mutuales al servicio de la comunidad. Insisto: los bancos están en peligro de ser absorbidos por los bancos centrales y para luchar con el monstruo público, estatal, lo mejor no es un monstruo privado, sino las entidades mutuales, las cajas de ahorros, no obsesionadas con la cotización bursátil y, además, no opables.