Será una ruptura a cámara lenta, pero será. Apple y Goldman Sachs separarán sus caminos, previsiblemente, a finales de 2024 después de que el banco se replanteara el acuerdo tras el verano y tras comprobar que la cuenta que lanzó Apple en abril, con una remuneración del 4,15% anual, le estaba provocando pérdidas millonarias. Apple quiso operar como un banco y se asoció con Goldman Sachs, que ahora quiere romper.

Y es que, como afirmó Ana Botín, “el mayor competidor del Santander será Apple”, es decir, si quisiera, la compañía de la manzana podría entrar de lleno en el sector financiero, con todo lo que eso supondría para los bancos tradicionales y, no digamos ya, para los neobancos.

De momento, sin embargo, los de Cupertino prefieren ir de la mano de una entidad financiera y la mejor situada actualmente para sustituir a Goldman es JP Morgan Chase. Ya veremos, porque lo cierto es que Apple ya tiene de todo: además de la cuenta de ahorros citada anteriormente, tiene Apple Pay, Apple Card, Apple Cash (una especie de wallet) y, para los negocios, Tap to Pay, que convierte el iPhone en un TPV.

Como ven, tiene de todo -de momento sólo en EEUU- y si quisiera podría comenzar a competir con el sector bancario directamente en un periodo más o menos breve de tiempo ya que dispone de recursos propios de sobra para hacer frente a los requisitos regulatorios.

Cosa distinta es que los de Tim Cook quieran operar en solitario en el sector financiero, uno de los más regulados del mundo. Mientras haya socios dispuestos a caminar con ellos y asumir las cargas regulatorias…