Isidro Fainé no quiere a IFM en Naturgy
Lean el corto pero enjundioso ‘hecho relevante’ (HR) que adjuntamos y que Caixa-Criteria envió a la CNMV a última hora de la tarde del jueves 23 de septiembre. Se trata de un taxativo “no” a la opa del fondo australiano IFM sobre su participada Naturgy.
Fondos que operan en un sospechoso acuerdo (¿Nadie va a investigar si hay concertación? ¿Hay alguien ahí?) para hacerse con el control de la empresa energética española, clave en los sectores de gas y de electricidad. Como hemos repetido en Hispanidad -y al parecer en pocos sitios más- la única explicación a los que está ocurriendo es que el australiano IFM, el luxemburgués CVC y el norteamericano GIP pretenden el troceo y venta de los activos de la antigua Gas Natural-Unión Fenosa para conseguir un pelotazo y rentabilizar su inversión cuanto antes.
El hecho relevante refleja la clave del mundo empresarial del siglo XXI: la lucha entre empresas y fondos y entre empresarios y financieros… especuladores
A Isidro Fainé, presidente de la Fundación Caixa y de Criteria, propietaria de un 26% de Naturgy, no le agradan los fondos, porque operan a corto plazo -siempre- y porque, digámoslo claro, son especuladores, gente que no piensa en la empresa, ni en sus clientes, ni en sus trabajadores. Tampoco en todos sus accionistas sino sólo en rentabilizar su inversión y deprisita.
Por si no había quedado claro, el HR dictamina que Criteria rechaza la opa de IFM porque “no ofrece satisfacción plena a los intereses de CriteriaCaixa, un inversor comprometido con el desarrollo a largo plazo de Naturgy”. ¿Queda claro? A largo plazo.
A IFM, y a CVC, y a GIP, les importa un pimiento asegurar el suministro de luz y gas a 'Juan Español'
Y por supuesto que es cierto otro de los argumentos del HR: la alusión al “impacto de la mencionada oferta en el gobierno corporativo de esa compañía”. El acuerdo con CVC y GIP establece que Criteria nombraría al presidente y Ceo de la compañía hoy ambos cargos en la persona de Francisco Reynés, hombre de Criteria. Era lo pactado hasta el momento, porque GIP y CVC se irán pasados cinco años o cuando tengan la menor oportunidad de obtener una plusvalía. Como han comprobado que los planes de Criteria consiste en rentabilizar a medio plazo, vía dividendo, han acordada que IFM lance un opa parcial que, sumada al 40% del capital en manos de CVC y GIP, con que consiga otro 10%, obtendrán la mayoría. A partir de ahí, a desguazar Naturgy, a costa de ventas y de dividendos extraordinarios… a dar el pelotazo.
Sí, claro que la opa de IFM descabalga todo el gobierno corporativo de la Compañía. Pero eso es malo, no porque ganen unos fondos y pierda una fundación. Es malo porque la Fundación Caixa quiere potenciar Naturgy, mira a largo plazo y a corto se conforma con el dividendo ordinario, mientras los fondos sólo miran por su plusvalía a corto. ¿O creen ustedes que a IFM le importa un pimiento asegurar el suministro de luz y gas a Juan Español?
¿Alguien va a investigar si ha habido concertación entre GIP, CVC e IFM? ¿Hay alguien ahí?
Por tanto, Criteria ha decidido rechazar la oferta de IFM “tanto por su contenido como por su contexto”.
Por su contenido, no me gusta la oferta en sí, que, ciertamente, resulta bastante rácana, incluso contando con el hachazo del Gobierno Sánchez a las eléctricas y gaseras… pero tampoco me gusta por su contexto. Y el contexto es el troceo de Naturgy que pretenden IFM, CVC y GIP.
Por cierto, IFM se está gastando un pastizal en publicidad en los medios para que su opa tenga éxito. Le basta con obtener un 11%, unirse a CVC (Javier de Jaime, líder de CVC, ha sido el muñidor de la operación)- y con el 51% del capital expulsar a Criteria, el socio industrial y empezar el desguace de la compañía.
La batalla entre Caixa-Criteria y los tres fondos por el control de Naturgy es la guerra entre empresas y fondos que se libra en todo el mundo. Que los especuladores ganen batallas no es buena señal. No trabajan ni por los clientes, ni por los trabajadores, ni tan siquiera por el conjunto de los accionistas. Trabajan por su propia rentabilidad y, ojo, para ahora mismo, sin esperar a que madure su inversión. Los fondos, se lo aseguro, no trabajan para el bien común.
Los fondos no piensan en la empresa, ni en sus clientes, ni en sus trabajadores. Tampoco en todos sus accionistas, sólo piensan en rentabilizar su inversión y deprisita
¿Y por qué son tan poderosos? Porque nosotros les hemos dado nuestros ahorros. Y eso que ellos ganan siempre mientras nosotros sólo cuando ellos aciertan, Por ejemplo, desguazando empresas estratégicas.
Y todo esto no hubiera sido posible si el gobierno Sánchez no hubiera dado el visto bueno a la opa de IFM. La señora Teresa Ribera vicepresidente del Gobierno, sentenció a Naturgy, en lugar de defenderla, como hubiera hecho cualquier país europeo, por ejemplo, Francia, con esta frase, en respuesta a una pregunta de Hispanidad: “IFM no es un fondo cortoplacista”. Desde luego no va a vender la participación que obtenga con la Opa, perdería dinero. Lo que va a hacer es exigir un día después de sentare en el Consejo, la venta de activos para dar el pelotazo con con el reparto de dividendos extraordinarios, que también forzarán los otros dos fondos, el norteamericano y el luxemburgués.
Lo de IFM no-cortoplacista es un baldón que acompañará a Teresa Ribera durante muchos años.